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Los ‘Ferrari’ que rebuznan: carrera de burros llenó de alegría a los habitantes de Mejía
La competencia se realizó por los 140 años de cantonización. Los jinetes y los asnos dieron un espectáculo con el que iniciaron las fiestas
No son caballos de pura sangre que compiten en hipódromos lujosos. Son burros que bajaron del páramo y que ‘soplaron’ por el parque central de Machachi para celebrar los 140 años de cantonización de Mejía, al sur de la capital.
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Quince asnos y sus jinetes fueron el centro de atracción de los habitantes de esta localidad durante el inicio de las fiestas, el sábado 1 de julio.
Los competidores arribaron de algunas zonas rurales cercanas como Salcedo, Tambillo, El Chaupi para demostrar sus destrezas montando un animal de esta envergadura.
Aníbal Amagua, por ejemplo, llegó ‘embarazada’ y quería ganar la competencia para ayudar a su hijo que viene en camino. Pero este solo era el ‘encame’ que el jinete decía para llamar la atención de la gente y distraer a sus contrincantes durante la corrida.
El hombre, de 65 años, arribó descalzo desde una comunidad rural Cosmorama acompañado de su burrito llamado ‘Pujartiago’.
Estaba disfrazado de la India María, personaje cómico de la cultura mexicana, y llevaba una cola de caballos como látigo. Para que la escena fuera más pintoresca fue escoltado por un hombre con traje de fraile que lo dejó en la plaza central antes de la carrera y luego desapareció.
UNA CARRERA INUSUAL
La competencia tuvo tres categorías: juvenil, máster y femenina. El ganador de cada una se llevaba dinero en efectivo y un ternero.
Por eso, Antony Evas se preparó con uno de sus mejores burros al que lo llama ‘preñalongas’ porque, según el joven, el ejemplar le ha ayudado a conquistar algunas chicas. “Entrenamos subiendo y bajando los cerros de los Ilinizas”.
Cerca de él se preparaba Ángel Quishpe con su ‘nave’ de cuatro patas, ‘Luischiquito’. El hombre, de 61 años, y oriundo de Salcedo apareció vestido con una camiseta anaranjada y un casco del mismo color, por si acaso ‘se vaya de oreja’.
Y la final arrancó. En una carrera de Fórmula 1 se escuchan cuando los pilotos calientan los motores de sus vehículos, en este caso, los jinetes alentaban a los burros para que rebuznen y eleven su ánimo.
Dos vueltas alrededor del parque era el circuito que debían completar. Algunos competidores como Evas casi pierden el ‘timón’ y chocan su burro contra los espectadores.
Otros asnos, en cambio, se quedaban parados porque estaban asustados o tenían sed.
Luego de partir último, Quisphe remontó a los otros jinetes y llegó en primer lugar. Amagua y su ‘ferrari’ terminaron últimos pero con la satisfacción de haber competido.
Todos los competidores se abrazaron luego de la jornada, se tomaron un ‘sánduche’ (trago tradicional de la zona) y gritaron ¡Que viva Machachi!
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