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En Quito, la gente salió sin mascarillas para ventilar la 'face'
A pesar de que casi todos los quiteños salieron con el cubrebocas, la mayoría piensa que ya era hora. Dos expertas dan sus recomendaciones.
Quito vivió su primer día sin mascarillas luego de un poco más de 24 meses de haber utilizado este implemento para evitar contagios del coronavirus.
La mayoría de ciudadanos decidieron salir con el cubrebocas porque aún sienten miedo de contagiarse. Sin embargo, los pocos que decidieron realizar sus actividades sin la mascarilla estuvieron contentos.
Es el caso de Wilson Martínez, un joven que trabaja como timbrador en la parada de buses de El Tejar, en el centro de la capital. Se siente aliviado porque, según él, dejará de recibir insultos de los pasajeros por tener la prenda abajo de su boca. “Lo hacía para que los conductores escuchen las indicaciones”.
Por la calle Sucre, Ágata Figueroa no llevaba cubrebocas y se acomodaba las gafas viendo su reflejo en una ventana. “Por fin mi piel respira, ya no me saldrán ronchas”.
No obstante, también hay personas que no quieren dejar de usar este implemento para evitar los contagios, como los hermanos Jiménez. Evelyn comentó que utilizó un bus para llegar al Condado y vio que la unidad estaba repleta de pasajeros. “Algunos tosían y no llevaban mascarilla”. Su hermano Joel añadió que se debería mantener el uso obligatorio en el transporte público.
Falsa seguridad
La doctora Andrea Gómez, epidemióloga y salubrista, señaló que el presidente Guillermo Lasso anunció la nueva medida de forma errónea, porque causó confusión, sobre todo en el aspecto de la no utilización de la mascarilla en espacios cerrados. “Las personas van a creer que se la pueden quitar en todos los espacios y no es así”.
La doctora añadió que esto genera una falsa sensación de seguridad, al creer que se terminó la pandemia o que no se debe usar el tapabocas.
Ante esto, Ana María Gómez, especialista en medicina interna y en enfermedades infecciosas, recomendó a la ciudadanía no sacarse la mascarilla en lugares cerrados, ni cerca de personas que tengan enfermedades catastróficas o que no hayan completado todas las dosis de la vacuna.
La experta añadió que incluso en exteriores habrá personas vulnerables que deberán usar el cubrebocas, sobre todo en estos días en los que se acerca un feriado y habrá protestas sociales en algunas ciudades del país.
“Las personas deben tener una responsabilidad individual y social”, recalcó.