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Mente sana, 'cuerpeo posi'/ Canva

A Calzoncillo Quitado: La depresión y la ansiedad alteran de manera significativa el desempeño sexual

Experta explica que las preocupaciones y el estrés de la jornada suelen generar disfunciones sexuales y la pérdida del deseo

Creer que la salud mental no afecta a la vida sexual es un error. De hecho, según coinciden varios sexólogos, las principales disfunciones se generan más por factores emocionales, que físicos. Es por esto que vivir estresado, con ansiedad, depresión e incluso tener baja autoestima golpea en el placer y el sexo.

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La psicóloga clínica, Paola Cercado, explica que los hombres y mujeres que no cuidan de su estado emocional, a la hora del 'cuerpeo', pueden experimentar episodios que pueden volverse traumáticos.

Por ejemplo, aquellas personas que luchan contra la depresión, a menudo experimentan una disminución del deseo sexual y dificultades para alcanzar la excitación o el orgasmo. Por otro lado, quienes viven en estado de ansiedad, pueden sentir preocupaciones excesivas relacionadas con el rendimiento en la cama, lo que puede llevar a la disfunción eréctil o la falta de lubricación en las mujeres.

  • Otros enemigos

A este escenario se suma el estrés, que también tiene un efecto negativo en la intimidad ya que puede afectar la libido y llevar a una disminución del interés en el sexo. Además, puede causar problemas de comunicación entre parejas, lo que a su vez puede empeorar la situación.

Cercado también destaca que otros factores que agravan estas condiciones son la baja autoestima y la vergüenza. Por un lado, las personas que se sienten inseguras de su físico suelen tener dificultades para expresar sus deseos y necesidades sexuales. Y por el otro, el miedo a ser juzgados por fallar a un encuentro y no buscar ayuda.

  • Respire y vaya a terapia

La experta enfatiza en que aquellos qua ya experimentan los estragos de una salud mental alterada deben primero: reconocer que se tiene un problema, luego conversarlo con la pareja y de ahí buscar ayudar con los profesionales.

En un primer escenario se debe acudir con un médico que prescriba exámenes para descartar que factores físicos estén alterando el desempeño sexual. Al descartarse patologías, se deberá buscar a psicólogos o sexólogos para un abordaje correcto de la situación.

Cercado también señala que no se debe asumir que los efectos de la ansiedad, el estrés o de la depresión influirán de manera inmediata sobre la vida sexual de cada persona, más bien invita a analizar todos los eventos vinculados con la sexualidad, desde la infancia, para analizar en dónde radica el problema.

Si siente que vive en constante ansiedad o estrés, se recomienda minutos de relajación al día, establecer rutinas, así como horarios exclusivos para atender asuntos laborales o de situaciones que generen preocupación. Evitar el consumo de azúcar y ejercitarse también influirá de manera positiva en su psiquis y en su vida sexual.

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