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¡La calle se los ‘traga’ en Cumbayá!
La tubería colapsó y se formó un ‘huecazo’ en el que caen carros y transeúntes, en el barrio Pachosalas. Es la segunda vez que ocurre el daño.
No hay un anuncio de "Paso restringido". Tampoco uno que advierta que se debe tener cuidado cuando se transita por las calles Jaime Salvador y Alba Calderón, en el barrio Pachosalas de Cumbayá, situado al nororiente de Quito.
Y entonces pasa esto: a las 16:00 de un martes, la conductora de un Vitara rojo que cruzó por allí cayó en un ‘huecazo’ que se ‘tragó’ la mitad de la llanta. Desesperada, la vecina pidió auxilio a unos trabajadores que estaban cerca, ellos la ayudaron a salir del apuro.
Es recurrente. Y los moradores del sector están descontentos porque ya es la segunda vez, en este mes, que tendrían que repavimentar la calle.
Ana Crespo reside allí más de una década. Ella vio cómo la tierra “prácticamente se abrió” la madrugada del sábado 23 de enero. “Escuchamos un estruendo, como una explosión”, relata.
La calle se partió frente a su casa por la rotura de una tubería de agua potable, y un río de lodo inundó el primer piso de su vivienda. Han pasado varios días y la humedad no se ha podido remediar, dice.
Las paredes y los pisos aún tienen las marcas del agua. “Alguien debería hacerse responsable de esto, ¿quién me paga?”, increpa la señora.
moradora
Realizan trabajos
A pesar de que en el sitio están la maquinaria y los obreros, la calle estará lista al menos la próxima semana. Así lo confirma Fernando Zurita, gerente de infraestructura de la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (Epmaps).
“Primero realizamos el cambio de tubería del alcantarillado, algo que estaba planificado”, explica. Unos días después hubo el estruendo que despertó a medio barrio.
Para los moradores, los trabajos realizados habrían estado “mal hechos” y por eso es que la capa asfáltica sucumbió. “Nunca compactaron la tierra (...) el agua baja del reservorio con fuerza”, espeta Ana.
habitante
Sin embargo, el funcionario indica que el movimiento de las maquinarias para cambiar el sistema de alcantarillado pudo haber ocasionado el colapso de la tubería. “Ya estamos reparando”, insiste.
La molestia de los moradores apunta a que se haya tenido que hacer doble trabajo, además de que se quedaron sin el líquido vital durante varias horas. “Las tuberías son viejas, no reparan eso desde hace años. O deben fiscalizar los materiales que se usan en estas labores”, comenta Ana.
Una cuadrilla de obreros trabaja ahora en el sitio, en donde, según los vecinos, ya se han caído varias personas. “Hay gente de la tercera edad acá cuya movilidad se ha visto afectada”, relata José, otro de los habitantes.
Solución
Por ahora, el funcionario asegura que el nuevo asfalto de estas calles será incluso mejor que el que habían colocado. “Estamos compactando la tierra que rodea a la tubería y nivelándola”, dice.
Los vecinos esperan que no haya una tercera intervención, pues las molestias por el polvo y el ruido que han tomado casi un mes, tampoco son soportables. “Hay bebés y adultos mayores, aquí no hay ni cómo conversar”, agrega Ana.
También han perdido la cuenta de cuántos carros han quedado encunetados en los socavones que se formaron en media vía.