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Solo buscaban el ‘billete’
Un vecino vio a los sospechosos antes del atraco. No se llevaron ninguna otra cosa que el dinero de la venta de un tráiler en el cantón Mejía.
Lucía aún tiembla al contar lo que le había pasado en su casa. Para ella fueron los peores minutos de su vida. Estaba sola cuando dos hombres se metieron a su domicilio a eso de las 08:50 del sábado, en Mejía, cantón ubicado al sur de Quito.
Ambos, de acento colombiano, enseguida preguntaron por los 35.000 dólares de la venta de un trailer. “Les decía que no sabía nada, pero insistían”, relató a EXTRA.
Hace unos días la familia vendió el automotor y tenía el dinero en la vivienda. Los atacantes maniataron a la mujer, de 26 años, para interrogarla. Hicieron una llamada en la que informaban a alguien que Lucía no sabía nada. “La piroba no sabe, le decía. Hablaban con un hombre de acento serrano”, relata.
Revisaron cajones, armarios, camas, baños. Todo. En eso, el esposo de Lucía llegó, escuchó voces y fue atacado en uno de los sanitarios. Le ordenaron que se botara al piso, hicieron un disparo para asustarlo. “Yo les dije que me mataran si quisieran”, comenta Carlos.
Encontraron el dinero en efectivo en uno de los clósets de la vivienda y se lanzaron por el tapial de la casa. Huyeron. Carlos los persiguió, a pesar de que en el camino iban disparando al aire.
“Nunca los perdí de vista, pero el dinero se desapareció”, explica el perjudicado.
Barrio organizado
Unos minutos antes del asalto, Cristian salía de su casa –a unas cuantas cuadras de las víctimas– para vender sus productos. Vio que un taxi y un auto plomo rondaban por el barrio y le pareció raro. “No eran conocidos, ni venían a visitar a nadie”, comenta.
Avisó en el chat de los moradores sobre los sospechosos visitantes. Minutos después se escucharon los disparos. La mayoría corrió a ver qué pasaba y se encontraron con Carlos persiguiendo a los dos tipos cerca del parque.
Decenas de ellos corrieron en su ayuda y los atraparon. La turba golpeó a ambos, hasta que agentes de la Policía llegaron y los rescataron.
“Uno de ellos está en el hospital de Machachi y al otro lo llevaron al Eugenio Espejo en Quito”, cuenta Carlos.
Según el sargento William Chicaiza, encargado de la Policía Judicial de ese cantón, los agentes revisaron los alrededores del barrio y nunca se encontró el dinero. Pero sí el arma con la que habrían amedrentado a Lucía y a su esposo.
“Ya se les realizó la audiencia de calificación de flagrancia y les dictaron prisión preventiva”, explica el gendarme.
Uno de los sospechosos fue dado de alta, mientras el otro continúa en observación en el hospital capitalino. Está con custodia policial hasta que sea dado de alta.
“Se inició un proceso por robo”, relata.
Lucía y Carlos no se quedarán en la casa que compraron hace apenas un mes, pues se sienten vulnerables. “Era alguien que nos conoce y sabía que teníamos ese dinero”, concluye Carlos.
*Los nombres de las víctimas fueron cambiados para proteger sus identidades.