La madrugada de este 2 de abril, una feroz persecución policial se desató desde el centro de la ciudad de Quito. Sucedió pasadas las 04:00, cuando se alertó del robo de una máquina para hacer helados de un negocio de La Marín, populoso sector de la capital.

Un agente conoció de la alerta y persiguió a los criminales, quienes se movilizaban en una camioneta roja. La máquina estaba ubicada en la balde de este automotor y, según la Policía, tenía rastreo satelital.

Cuando el uniformado perseguía a los delincuentes, desde el interior del vehículo el apuntaron con un arma. Haciendo el denominado uso legítimo de la fuerza, el gendarme disparó y abatió a dos personas.

Al tiempo, el policía se contactó con sus demás compañeros para que le apoyaran en este procedimiento. Las unidades investigativas avanzaron hasta La Villaflora y cerraron las calles para comenzar con las pericias.

¿Quiénes son los abatidos en La Villaflora?

Según un extracto al que EXTRA accedió, un hombre quedó sin vida dentro de la camioneta roja, en la avenida Jaime del Castillo y Francisco Gómez, en La Villaflora, en el sur de Quito. La información menciona que el cadáver presentaba heridas de bala.

Mientras que cerca de una clínica, yacía sin vida la mujer que presuntamente acompañaba al sujeto del automotor reportado. Ella también tenía en su cuerpo lesiones causadas por tiros de arma de fuego.

Por el momento, se ha mantenido la identidad en reserva para preservar la investigación. Lo que la Policía informó fue que se hallaron, como evidencias, el vehículo tipo camioneta que tenía alteraciones en su numeración, asimismo la máquina industrial para hacer helados y herramientas asociadas para cometer el ilícito.

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Este es el segundo caso de delincuentes abatidos en la capital. El otro se produjo en la avenida Simón Bolívar, sur de Quito, mientras ladrones armados intentaron robar en un bus que transitaba por esa zona.

Un agente de Inteligencia que estaba en el sitio, detuvo a los agresores y, en uso legítimo de la fuerza, abatió a uno de ellos. Ocurrió la noche del 25 de marzo, cerca de la autopista General Rumiñahui.

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