“Ya habíamos recibido amenazas contra los funcionarios penitenciarios. Varias bandas están involucradas en estos traslados, pero justo ayer (miércoles) movimos a Los Tiguerones de su pabellón. Esto podría haber sido el detonante del ataque, ya que en días anteriores recibimos advertencias”, señaló un oficial.

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Este es el segundo atentado registrado en esta cárcel porteña. El primero ocurrió el pasado 20 de febrero, cuando sujetos a bordo de un vehículo dispararon contra el centro de rehabilitación. En el sitio se encontraron 21 indicios balísticos y varios panfletos. La banda Los Duendes habría sido la responsable de aquel ataque.

Sin embargo, en esta ocasión Los Tiguerones son los principales sospechosos. Esta información fue confirmada por una fuente del SNAI, quien explicó que la semana anterior se trasladó a 42 cabecillas de bandas criminales, entre ellos a alias Marquito, uno de los líderes de Los Tiguerones. “Los cambios no solo han sido internos. Hay reos que han sido trasladados a las cárceles de Turi, Latacunga y Santo Domingo”, explicó la fuente del SNAI.

Los privados de libertad que estaban en el pabellón 12, donde permanecían miembros de Los Tiguerones, fueron reubicados en el pabellón 2, que estaba en proceso de remodelación y que anteriormente albergaba a integrantes de Los Chone Killers.

“El año pasado, Los Chone Killers fueron trasladados al pabellón 6, por lo que el 2 quedó vacío y estaba siendo adecuado. Los Águilas, que estaban en el pabellón 9, fueron llevados al 12. Estos atentados ocurren porque cuando los reos permanecen en un sitio por un tiempo, encaletan objetos ilícitos. Cuando los trasladan, sus pertenencias quedan en el lugar: armas, drogas,municiones... y por eso se producen represalias”, explicó.

El atentado incluso obligó a suspender las actividades en la prisión. “Lo que compete a libertades, audiencias, salidas médicas y demás actividades quedó pospuesto hasta nueva orden”, afirmó.

El personal, a excepción de los agentes penitenciarios, está trabajando de forma remota. “Estamos en alerta porque hubo amenazas de que se tomarían el edificio administrativo”, añadió.

En cuanto al guía asesinado, quien tenía 8 años de servicio y ostentaba el grado 2, se encargaba del conteo de presos en los pabellones y traslados.

La fuente indicó que él estaba de guardia en el momento del ataque y que aún se desconoce por qué se encontraba fuera del recinto carcelario a esa hora.

Por su parte, el policía herido, quien estaba de turno en el filtro 1 de la prisión, relató que alrededor de la 01:00 ingresaron cuatro camionetas con personal de la Unidad Antisecuestro (Unase), quienes trasladaban a varios detenidos para una audiencia.

Afuera, sobre la vía, permanecía estacionada una camioneta blanca con características similares a la de los agentes de la Unase. La camioneta explotó y la onda expansiva lo lanzó, provocándole una herida en la ingle. (AEB)

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