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Agentes de Criminalística llegaron al lugar para levantar los indicios; la zona fue resguardada por policías.GUSTAVO GUAMAN

Asesinado en Guayllabamba: ¡Se ‘olía’ que lo iban a ‘virar’!

La madre del fallecido contó que había recibido amenazas porque al parecer andaba metido en el negocio de las drogas. “Creo que ya estaba resignado”, indicó

Erik Caizaluiza, de 24 años, fue asesinado a tiros la noche del sábado, a las 19:45, en el barrio Santo Domingo de los Duques, parroquia Guayllabamba, al nororiente de Quito.

María Toapanta, madre de la víctima, mencionó que ya pesaba una sentencia de muerte sobre su hijo. Al parecer, recibía amenazas desde hace dos meses por presunto tráfico de sustancias estupefacientes.

“Dos años atrás salió de la cárcel de Latacunga porque le cogieron con drogas. Mi hijo andaba con malas amistades, pero me prometió que iba a cambiar. Me dijo que iba a trabajar honestamente para sacarme adelante”, contó.

Según la mujer, horas antes del asesinato estuvo con él en casa. “Llegó a visitarme a las 14:00. Estaba acostado conmigo y media hora después alguien lo llamó. Dijo que ya volvía, que tenía que ir a ver algo, pero que no se demoraba porque tenía una fiesta de grado, a donde iría con mi nuera”, detalló Toapanta.

Familiares de Erik Caizaluiza lamentaban lo ocurrido.GUSTAVO GUAMAN

Según el parte policial al que tuvo acceso EXTRA, el guardia de seguridad de una plantación de flores aledaña al sitio mencionó que escuchó varias detonaciones de arma de fuego, salió a ver de qué se trataba y encontró a la víctima tendida en la calle, junto a una motocicleta, en la que se desplazaba.

Testigos del hecho manifestaron que vieron al joven conducir 10 metros, después de recibir los disparos, desplomándose finalmente hacia un extremo de la calle.

El jefe de la Dinased Quito, Iván Naranjo, mencionó que el cuerpo presentaba tres impactos de bala en el pecho y que el móvil del crimen sería la disputa de territorio por expendio de drogas en el centro de Guayllabamba.

“Se identificó que tenía antecedentes penales por tráfico de sustancias en 2017 y 2020. Ya habían sido detenidas dos personas con anterioridad, que trabajaban con el ahora occiso en este tipo de negociaciones ilícitas. Estamos tras la pista de los sospechosos y en las próximas horas daremos con su paradero”, concluyó.

Según Toapanta, el sábado en la tarde, último día que compartió con su hijo, este lo contó que las amenazas que recibía también provenían del interior de la cárcel de Latacunga.

“El viernes se había encontrado con un señor al que le cogieron en el centro de Guayllabamba vendiendo droga, y le había dicho que le van a matar por bocón y sapo. A pesar de todo no tenía miedo de salir, creo que estaba resignado”, añadió.

El cuerpo fue trasladado al Departamento de Medicina Legal, en el norte de Quito, para realizar la autopsia. Los familiares retiraron el cadáver el domingo en la tarde.

Más pistas

Según los policías, el hombre baleado registraba antecedentes por tráfico de estupefacientes.