Exclusivo
Actualidad
Archipiélago del Rosario, la ‘incubadora' del coral de Colombia
En este Parque Nacional se está 'sembrando' a este animal para su preservación. En Ecuador, una organización ya ejecuta un plan similar
Cuando se habla de las playas del Caribe, es probable que se piense en arena blanca, pero detrás del color de las costas se oculta una realidad que lejos de ser bella, asusta: es un reflejo de la muerte del coral.
Colombia alberga 180.000 hectáreas de este animal comunitario y de esqueleto duro, en las regiones de San Andrés, Providencia, Santa Catalina, San Bernardo y las islas del Rosario, en el Caribe. Sin embargo, para el 2021, el ministerio del Ambiente de ese país ya alertaba de una reducción del 9.2% de esta extensión en los últimos 25 años.
Esto se ha vuelto un problema, del que ecologistas y líderes de las comunas que se alojan estos mares han liderado acciones para su recuperación.
Para entender la importancia del coral, explica Andrés Zea, basta con hacerse a la idea de que la vida marina y los productos del mar estarían 'en juego'. Zea, quien administra un hotel en isla Grande, en el archipiélago del Rosario, en Colombia, y que es experto en proyectos sustentables, asegura que este animal es el refugio de otra especies y que además actúa como barrera ante fuertes oleajes y tormentas.
Los factores que están acabando con los corales son: el calentamiento global, la pesca indiscriminada o con dinamita, y el lanzamiento irresponsable de anclas.
Una medida recuperación de este ecosistema, del que dependen otros y que en parte es responsable de la oxigenación de los océanos, es la creación de 'huertos' o 'incubadoras' de esta especie.
En aguas colombianas se lleva a cabo un proyecto de recuperación de su barrera de coral que consiste en insertar en estructuras de cemento o metal, que se alojan en el mar y en el que se pegan corales de criaderos para su crecimiento. Pero no es tarea fácil, pues los corales crecen apenas hasta 1 centímetro al año.
Acciones realizadas en Ecuador
Esta realidad no está alejada del territorio ecuatoriano. La organización Conservación Marina del Ecuador (CONMAR), que lidera proyectos de conservación de los océanos a través de campañas, en playas de Manabí, también ha implementado viveros de coral en Salango, y El Pelado, islas de la reserva natural Machalilla.
En su cuenta en la red social Instagram, CONMAR sostiene que tienen un compromiso con el planeta aportando con "soluciones reales para generar un cambio".
Aquellos que no viven en las costas y piensan que la conservación de esta especie no tienen nada que ver con ellos, tienen que entender que todas las acciones que incrementan el calentamiento global amenazan directamente al coral.