Durante su enlace radial semanal, el alcalde de Guayaquil abordó la fiscalización en curso relacionada al presunto tráfico de combustible, siendo el tema principal de la transmisión. 

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Aquiles Álvarez reaccionó nuevamente el 17 de julio al anuncio del Frente Parlamentario de Lucha contra el Tráfico de Combustible, creado por el bloque de Gobierno para supervisar a una empresa de distribución de gasolina vinculada a su familia. En respuesta, Álvarez lanzó críticas a la bancada de Gobierno y declaró: "Pocotón de vagos, en Fiscalía nos vemos".

La asambleísta Lucía Jaramillo, integrante del bloque oficialista, explicó que la iniciativa surgió tras una denuncia presentada contra cuatro empresas, incluida Copedesa de la familia de Álvarez. Ante las acusaciones, el alcalde calificó la situación como una "cortina de humo" y desestimó las afirmaciones. Esto desencadenó una reacción de Jaramillo, quien anunció que denunciará a Álvarez por violencia política de género.

En medio de la polémica, Álvarez se comprometió a esclarecer los hechos en la investigación en curso, refutando las acusaciones sobre el presunto funcionamiento de una red de contrabando de combustible. 

Según José Julio Neira, secretario de Integridad Pública, se detectaron irregularidades en la comercialización de combustibles por empresas no autorizadas, afectando a distribuidoras como Copedesa. Álvarez defendió la legalidad de las operaciones de su empresa y afirmó que demostrará su postura durante el proceso.

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En respuesta a los señalamientos, Álvarez enfatizó que Copedesa cuenta con los permisos necesarios para operar y comercializar combustible dentro de la normativa vigente. A pesar de las acusaciones, se mostró confiado en la imparcialidad de la justicia. Respecto a las acusaciones formuladas en su contra, Álvarez manifestó que presentará sus argumentos con el respaldo legal correspondiente.

"No nos podemos seguir pronunciando porque la Fiscalía no nos ha notificado nada, ni siquiera sé en qué Fiscalía está el caso. Sobre cómo desvirtuaré el caso, lo haré en el proceso. Con mis abogados (...). Tendremos, mis hermanos y yo, comparecer como accionistas y lo vamos a hacer; pero desde ya aclaro que tenemos los permisos para comercializar combustible. Eso se lo probará en el proceso", aseguró Álvarez.

Las tensiones entre Álvarez y Jaramillo se intensificaron con intercambios de declaraciones provocativas. Álvarez lanzó críticas hacia Jaramillo, tildándola de "niña vaga" y cuestionando su desempeño previo en el Municipio de Guayaquil, mientras que Jaramillo respondió acusando al alcalde de proferir insultos denigrantes. La confrontación escaló con Jaramillo desafiando a Álvarez a un enfrentamiento legal.

En medio de estas disputas, queda patente la intensificación del conflicto entre ambas partes, marcado por acusaciones, desafíos y descalificaciones mutuas. La controversia sigue en desarrollo, dejando un panorama de confrontación política y legal entre el alcalde de Guayaquil y la asambleísta Lucía Jaramillo. 

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