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Las impactantes cirugías estéticas de alias Alacrán Junior para cambiar su aspecto
Investigadores de Ecuador y Colombia han detallado que el aspecto del narcotraficante Henry Loaiza Montoya le permitió vivir más de 14 años en el país
Los vínculos que el narcotraficante colombiano Henry Loaiza Montoya mantenía con su país se establecían en las relaciones con la banda criminal La Inmaculada, cuyo centro de operaciones es la ciudad de Tulúa, en el Valle del Cauca. En ese lugar, esta agrupación opera por medio del cobro de extorsiones y homicidios para hacer sentir su poder.
Loaiza, apodado Alacrán Junior o El Enano, es un reconocido líder del cartel del Norte del Valle, según información de la Policía Nacional. Él, además, desde Guayaquil dirigía el tráfico de drogas que iba desde su tierra natal hacia los Estados Unidos. Para conseguirlo, en la frontera colombiana contaba con el apoyo de la organización Frente Oliver Sinisterra, de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), mientras que del lado ecuatoriano trabajaba con el grupo terrorista Los Tiguerones, con los que mantenía nexos en las provincias de Esmeraldas y Manabí.
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Alacrán Junior vivía en una lujosa mansión ubicada en una ciudadela privada, con laguna propia, en el kilómetro 1 de la avenida Samborondón, en la parroquia La Puntilla, en Guayas, a unos cinco minutos de Guayaquil. El criminal, para no llamar la atención, había cambiado su aspecto, sus nombres y contaba con documentos de identidad ecuatorianos, con los que abrió al menos dos compañías, lo que le permitía fingir que era un exitoso empresario. Fue de esa manera que ocultó, por más de 14 años de vida en Ecuador, que sus riquezas provenían de negocios ilícitos.
Es por eso que, al parecer un hombre de negocios, quienes lo conocían no se asombraban de verlo siempre en vehículos de alta gama, con escoltas, y con toda “una vida de lujos y excentricidades”, de acuerdo a lo informado por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin), de Colombia. La entidad ha sostenido que pudo dar con Alacrán Junior debido a una investigación en redes sociales, “logrando identificar un tatuaje significativo en su mano derecha con la figura de un rostro de una mujer, siendo así la única forma de establecer que se trataba” de él.
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Luego, siguiendo con las pesquisas, descubrieron que así como en Ecuador, también en Colombia tenía empresas. Estas eran “de productos de belleza y almacenes de ropa exclusiva, en donde ocultaba la procedencia ilícita de su dinero”. Para los agentes, en principio, fue difícil creer que estaban ante Alacrán Junior, porque este “se realizó varias cirugías estéticas en su rostro, cambio de pigmentación de piel y aumento de su vello capilar para así lograr evadir el control de las autoridades”.
- Cirujanos ‘paniqueados’
EXTRA consultó a siete cirujanos plásticos y reconstructores, de Quito y Guayaquil, pero cuatro prefirieron no referirse al tema por temor, mientras que otros tres, bajo reserva de identidad, dieron detalles de las cirugías a las que pudo haberse sometido Alacrán Junior para cambiar su aspecto. Una doctora explicó, de manera concreta, que el proceso para modificar su rostro debió ser muy largo y costoso.
- El paso a paso
- Tras hacer la revisión, argumentó que el criminal primero se habría modificado el contorno de los ojos y los párpados, junto al levantamiento de las cejas.
- Luego se habría modificado el ángulo mandibular y el mentón.
- El tercer paso habría sido la rinoplastia, para modificar la forma de su nariz.
- Posterior a eso, es posible que se realizara una bichectomía, que consiste en la extracción de las bolsas de grasa que hay en las mejillas.
- A la par se pudo haber hecho una liposucción de la papada (una capa de grasa debajo de la piel, que se forma detrás del mentón).
- Como siguiente paso, está la probabilidad de que se hiciera una cirugía menor en los labios, para que luzcan más jóvenes.
- Finalmente, coincidiendo con lo expuesto por las autoridades colombianas, pudo haberse realizado el implante capilar en la barba.
- Riesgos
Un tercer cirujano precisó que existe una posibilidad de que Alacrán Junior se sometiera a todas las intervenciones en una sola operación, que pudiera haber tomado -como mínimo- unas siete horas, pero con un alto riesgo.
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Para el especialista, las complicaciones se pueden presentar por la inflamación del rostro, pero no es el único problema, porque también se debe analizar cómo están la hemoglobina (proteína de los glóbulos rojos que transporta oxígeno desde los pulmones a los tejidos y órganos) y el hematocrito (determina la cantidad de sangre que compone los glóbulos rojos), “porque (el paciente) puede perder bastante sangre”, lo que podría ocasionar su muerte. Por ese motivo, enfatiza que la recomendación es hacerse las cirugías por separado, con un descanso de seis meses entre estas.
¿Cómo se hizo los cambios Alacrán Junior? Es algo que tendrá que explicar a las autoridades de su país y, de concretarse su extradición a los Estados Unidos, también a los investigadores de la ‘Yoni’, quienes lo han solicitado para que pague sus penas por narcotráfico.
Alacrán Junior fue entregado a Colombia tras su localización, el 1 de febrero de 2024, pero en Ecuador no fue llevado a audiencia y tampoco se ha informado de la apertura de una investigación por haber vivido con otra identidad, abriendo empresas y sufragando.
EXTRA consultó a dos expertos en Derecho Penal para conocer qué se debería hacer en estos casos.
- El abogado Steven Reyes identifica un delito tipificado en el artículo 328 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que condena la falsificación y uso de documento falso con prisión de 5 a 7 años. Para el jurista, las investigaciones “deberían apuntar también a las personas que emitieron la cédula en el Registro Civil”, quienes podrían ser sancionadas por la supresión, alteración o suposición de identidad y estado, con una pena de prisión de 1 a 3 años.
- El penalista Kléber Riofrío coincide y añade que además se podría indagar si existe alguna suplantación de identidad. Él sostiene que la Fiscalía debería abrir una investigación de oficio para esclarecer estos hechos y determinar si hay funcionarios del Registro Civil involucrados.
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