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Los tres agentes de tránsito que ayudaron en las labores de parto.Yadira Illescas

Agentes de tránsito y parteros

Ayudaron en el alumbramiento a una mujer que no alcanzó a llegar al hospital. Embarazada parió dentro de un carro 

Durante 10 minutos, aproximadamente, tres agentes municipales de Ambato, provincia de Tungurahua, dejaron de supervisar el tránsito para convertirse en parteros.

Les tocó aplicar los conocimientos de primeros auxilios que reciben durante el proceso de formación para ayudar a Angélica Chicaiza, de 29 años. Para los tres: Mary Llerena, Javier Garcés y Daniel Cajamarca era su primera experiencia.

“Tuvimos muchos nervios, pero nos tranquilizamos y actuamos. La cabecita del bebé ya estaba afuera. Como madre tuve miedo que el bebé fallezca por las circunstancias en que estábamos, sin implementos necesarios. El bebé no lloraba y le di unas palmadas para que lo haga. La madre estuvo muy tranquila y eso nos ayudó bastante”, contó la agente Mary Llerena, quien labora siete años dentro de la institución.

Ella es madre de dos hijos, pero aseguró que una cosa es parir y otra ayudar a traer al mundo a un bebé. El parto ocurrió dentro de una camioneta, el jueves 15 de octubre DE 2020, en la avenida Bolivariana, al sur de la ciudad.

La pareja de Angélica avisó al ECU 911 que su mujer estaba en labores de parto y pidió una ambulancia, pero como los dolores empezaron con más fuerza se decidió a transportarla por su cuenta y en el trayecto les pidió a los agentes que estaban patrullando por el Mercado Mayorista que le ayuden a llegar.

"El bebé fue inscrito como Derek y en su bautizo los agentes serán sus padrinos”,
Angélica Chicaiza, mamá.

Los vigilantes abrieron paso con la sirena, pero en medio camino el hombre estacionó su vehículo a un costado de la calle porque su conviviente estaba pariendo. Los agentes también pararon la marcha y al acercarse donde la pareja observaron a la mujer acostada y con el neonato saliendo.

Javier Garcés contó que fue impactante y a la vez gratificante haber ayudado a traer al mundo al neonato. Es padre de una niña de dos años, pero por complicaciones en el parto de su mujer no pudo estar presente y esta acción la tomó como una recompensa de Dios.

Para Daniel Cajamarca también es su primera vez en ayudar en una emergencia que no tiene ninguna relación con el tránsito. Él se encargó de la parte logística, es decir, llamó al ECU 911 para que lo direccione y guiaba a sus compañeros en el proceso. (YIE)