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Los abuelitos, el 'manjar' para la estafa en Quito
Según la Policía, en lo que va del año se han reportado 306 casos. Juana, de 68 años, narra cómo perdió 350 dólares.
Juana, de 68 años, recibió la llamada telefónica más cara de su vida. Un supuesto policía le comunicaba que su nieto, un joven de 23 años, había sido detenido ebrio tras atropellar a una mujer.
“Se identificó como un capitán. Dijo que quería ayudarme para que mi nieto no fuera preso... Yo hablé con el que creí era mi nieto. Por la angustia no me di cuenta, solo le escuchaba: ¡Ayúdame, ‘abue’”, contó.
Ese dizque policía le dio referencias precisas de su familiar. No sospechó que la estafa que se estaba ‘cocinando’.
“Era convincente. Me decía que si quería arreglar, le transfiriera 350 dólares a la cuenta del esposo de la atropellada”, narra. Lo hizo. Ocurrió en abril.
Horas después, Juana llamó a una de sus hijas para contar lo sucedido. Entonces se enteró que todo era falso. Su nieto estaba sano y salvo.
“No puede ser que se aprovechen de las personas de la tercera edad. Entregué mi pensión”, suelta aún indignada.
Así como Juana, existen otras personas víctimas de estos fraudes electrónicos a diario. Según el teniente coronel Gonzalo García, jefe de la Unidad de Ciberdelitos de la Policía, en Quito se receptaron 306 denuncias de este tipo en lo que va del año.
“Los mayores delitos que se cometen en la capital son la apropiación fraudulenta por medios o redes electrónicas y telecomunicaciones. A través de operaciones impacto que hemos realizado, en Quito se capturó a cuatro personas involucradas en estos casos y se desarticuló a dos organizaciones delictivas”, indica.
García confirma que los pillos están desarrollando nuevas formas de fraude electrónico, obteniendo información de sus víctimas a través de redes sociales, correos electrónicos y recientemente por páginas pornográficas que visitan, en su mayoría los adultos mayores.
Dejan información e incluso números de tarjetas.
Ante estas modalidades de robo y estafa, las autoridades recomiendan tener cuidado con la información que entregan a través de medios electrónicos, así como el contenido en redes.