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Drama
Abuelita con alzhéimer salió del cantón Pasaje y terminó en Guayaquil
Según tiques, deambuló desde el 7 de marzo, hasta que el 16 del mismo mes fue hallada en el balde de una camioneta de una UPC. Agentes contactaron al hijo, se dio el reencuentro
“Mi Niño Divino y mi Virgen de El Cisne me hicieron el milagro”, expresaba María Lastenia Cocheres, quien juntaba sus manos en señal de oración y gratitud.
La mujer, de 76 años, se reencontró con su hijo, quien llegó del cantón Pasaje, provincia de El Oro, hasta Guayaquil, para recogerla. Lastenia padece de alzhéimer y dicha enfermedad hizo que ella terminara en el Puerto Principal.
El pasado 16 de marzo, agentes la hallaron sobre el balde de una camioneta de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC), ubicada en la avenida Casuarina, noroeste porteño.
Había pernoctado en el automotor el 15 de marzo. Su ropa estaba rota y sucia. Se encontraba desorientada.
“¿Usted sabe dónde está? Está en Guayaquil”, le dijo la cabo Evelyn Sernaqué, policía comunitaria del circuito Fortín.
“¿Qué hago acá?”, respondió la adulta mayor, a quien trataban de convencer de que se bajara del vehículo policial.
Mientras la uniformada conversaba con doña Lastenia, apareció Martha Noboa, de la Fundación Fernove, quien les ayudó a buscar el albergue que acogería a la septuagenaria hasta que aparecieran sus familiares.
BENDICIÓN TRAS BENDICIÓN
“Íbamos a entregar víveres a Valle Hermoso, en Monte Sinaí. Cuando hacemos eso solicitamos ayuda a la Policía Nacional, para que alguien nos custodie. Por eso fui a la UPC de la Entrada de la 8, la Casuarina”, relató Noboa, quien al llegar allí vio a dos mujeres policías dialogando con Lastenia sobre el balde.
“Le preguntamos dónde vivía y respondía: ‘Frente al Hospital Militar’, pero eso es el Cementerio General. Decía que nació en el cantón Santa Isabel, provincia del Azuay”, dijo Noboa.
Por el calor que hacía, la cabo Sernaqué animó a la abuelita a ‘pegarse’ un baño. “Se duchó en la UPC y entre los compañeros recogimos para comprarle una 'paradita', ropa interior y cosas de aseo”, indicó la uniformada.
En unas dos horas, Noboa consiguió que el albergue municipal ‘Volver a soñar’, de la empresa pública DASE, le diera refugio.
Pero previamente la llevó al Hospital Bicentenario, donde la revisaron y descartaron que Lastenia haya sido drogada o víctima de una violación.
“Revisamos un bolso que no aflojaba, allí tenía tiques de bus con fecha del 7 de marzo. Al parecer cogió dos cooperativas de Pasaje para acá. Luego vimos una libreta, en ella estaban unos números, a los cuales llamamos y pudimos dar con su hijo mayor”, explicó Noboa.
En el albergue comió y pasó la noche. Al día siguiente, el 16 de marzo, su primogénito Carlos Cocheres fue a verla, pero antes conversó con el psicólogo Christian Macías, quien le contó sobre la desorientación en tiempo y espacio de su madre.
VIVIRÁ CON SU HIJO
“Ella está así por problemas familiares, pero ahora yo me voy a hacer cargo de mi mamá. Recién me enteré de que estaba perdida el miércoles 15. La busqué en Pasaje con un hermano, publiqué una foto suya en redes sociales y a la media hora recibí la llamada de la agente”, narró el profesor jubilado.
Cuando la adulta mayor vio a su hijo, lo abrazó y ambos lloraron. Todos en el refugio se despidieron de ellos.
Al conocer el caso, Rutas Orenses les donó los pasajes. Lastenia solo pedía ir al templo del Niño Divino para darle gracias por regresar a casa con su hijo.