En realidad fue como la mayoría de las fiestas ecuatorianas, la alegría terminó en relajo, suena feo, pero eso pasó.

El Red Bull Arena, de Nueva Jersey, sirvió para que la comunidad ecuatoriana en el área de Nueva York, Nueva Jersey y otros estados de EE.UU. pueda ver el primer partido de la gira de la Tricolor.

Que Ecuador enfrente a Nigeria para los organizadores fue un éxito, porque 25.219 personas pagaron entradas que iban desde los $ 60 en adelante. En el estadio no hubo más de 100 nigerianos, incluidos los futbolistas que estaban en el campo de juego.

En el escenario deportivo destacaba el color amarillo, por lo cual no fue necesario que los organizadores instalen anunciadores en español.

EUFORIA

La previa fue como estar fuera de algún estadio de Ecuador, porque hubo la venta de todo. Es que la alegría y el sentir ecuatoriano se viven con más intensidad fuera de casa y aunque la lluvia molestó en la tarde y la mayoría no se atrevía a realizar parrilladas fuera del reducto esto no fue impedimento para poder comprar fuera de las instalaciones un chuzo en $ 7, un helado en $ 4 o la camiseta ‘falseta’ de la Tri que en Ecuador cuesta $ 5 y acá tenía el precio de 20 dólares.

La adrenalina de la buena se vivió en solo 8 minutos, primero al momento que se cantó el himno nacional porque el estadio vibró con mucho sentimiento patrio. Y para no parar con tanta emoción, al minuto 3, Pervis Estupiñán desató la algarabía con su gol.

CASTILLO

Lo que Gustavo Alfaro hizo con Byron Castillo fue estratégico, pero no hablamos de la parte del juego, sino del corazón.

Lo hizo entrar al segundo tiempo y cuando se vio al futbolista al borde del campo y se anunció su entrada recibió el aplauso y griterío más grande que se había dado, al final corearon su nombre. Castillo se mandó dos jugadas que sacaron aplausos.

Ecuador ganaba 1-0 y Gustavo Alfaro felizote. Alexander Domínguez estaba de regreso y salvando goles. Plata hizo unas locuras. Todo estaba para el 10/10, pero había que hacer una jugada a la ecuatoriana, una embarrada y que sea grande

Termina el partido y los hinchas descubren que había una escalera que unía las gradas con la cancha y que solo un guardia estaba cuidándola. Se olvidaron de todo e ingresan unos 50 aficionados para tomarse fotos, pedir camisetas y bailar en la cancha.

Hubo forcejeo con la seguridad del estadio, a unos intentaban llevárselos presos, pero los demás fanáticos no los dejaban. Se vivieron unos 20 minutos de incertidumbre. La fiesta que estaba linda se la ensució al final. Y hasta puede que los duros del escenario no alquilen a la empresa que hizo el partido, debido a estos desmanes.

Ecuador se fue con una victoria desde Nueva Jersey, su gira ha comenzado y su primer partido fue como si estuviera de local.