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Buena Vida
Juguetes sexuales: ¿qué debes tomar en cuenta para elegir uno?
Hablamos con María Gabriela Sánchez y Eduardo Salas, fundadores de la tienda para adultos Dulce de Leche. Estas son sus recomendaciones.
Si te encuentras en la búsqueda del juguete erótico ideal —tanto para una sesión a solas como para compartirlo con alguien— este artículo te interesa: los fundadores de Dulce de Leche, una tienda para adultos de Guayaquil, dejan para Diario EXTRA una serie de recomendaciones a tomar en cuenta.
Es necesario conocer exactamente qué es lo que buscan las personas —comenta María Gabriela— pues disponen de más de 100 opciones; “entonces, te quedas loco viendo todo, quieres todo". Para ella, no se trata de vender el producto más costoso del catálogo, sino de entregar el que se ajuste a los gustos de los clientes: el propósito es que cada uno esté satisfecho con su elección.
Y es que hay varios aspectos por considerar previo a una ‘placentera’ decisión final: desde la zona que se desea estimular hasta el presupuesto que piensas destinar a esa adquisición; no obstante, el paso número uno es deshacerse de prejuicios para explorar y disfrutar libremente.
- “El juguete es un aliado”
Bajo la etiqueta #EcuadorSinTabú, la pareja detrás de esta marca local apunta a “cuidar, empoderar y educar”, desmontando los prejuicios y mitos que se mantienen acerca del uso de juguetes para adultos y otras prácticas sexuales.
“Si piensas que comprar un juguete sexual es sinónimo de que tu vida sexual va mal, no has entendido nada amig@”, apunta en una de las publicaciones más recientes, compartida a inicios de agosto.
En ese mismo mensaje, que acumula más de 500 reacciones, se destaca que buscar tiempo para uno mismo no es equivalente a sentir desesperación o a falta de actividad sexual, dos prejuicios comunes cuando se trata del autoerotismo.
Otra de las ideas erróneas se evidencia en la resistencia que muestran algunos hombres al creer que “el juguete nos va a reemplazar y no es así: el juguete es un aliado" —dice Eduardo—a la vez que enfatiza que este puede sumar a la dinámica sexual de una pareja.
- Arranca con este trío de preguntas clave
Antes de lanzarte, ya sea que estés a la ‘caza’ de tu primer juguete o por añadir a tu colección, las preguntas clave son tres: ¿cuál es tu presupuesto?, ¿qué tipo de estimulación deseas?, ¿cuál es el tamaño que prefieres?
Lo principal es conocer cuánto piensas invertir —señala María Gabriela— pues los precios de los artículos que ofrecen van desde los 7 hasta los 120 dólares, por un anillo desechable, con duración de una hora, y un succionador clitoriano, que a la vez es vibrador, respectivamente.
Asimismo, debes saber en qué tipo de placer te vas a enfocar: “si quieres algo de estimulación de punto G, anal, de clítoris o todas al mismo tiempo; si quieres un juguete que haga varias cosas a la vez”, señala a EXTRA.
¿El tamaño importa? Depende de ti: si te interesa algo discreto, lo tuyo puede ser un vibrador. Los ‘patuchos’ —como las balas o los huevos— figuran en la lista de los populares. De hecho, el más pedido en la tienda mide 12 centímetros de largo y tiene 2 de diámetro.
“Hay personas que son vírgenes y quieren algo externo. Entonces, les recomiendas juguetes pequeños que son para la parte externa o un succionador de clítoris”, comenta.
- ¿En pareja o solas?
El placer está en tus manos, pero también la seguridad. Resulta importante analizar si vas a disfrutar por tu cuenta o con un compañero sexual, tanto por las funciones a escoger —de ser el segundo tu escenario, unas a las que ambos puedan sacar provecho— como por cuestiones de protección.
Desde Dulce de Leche, una de las opciones que se destacan cuando se va a ‘jugar de dos’ son los anillos vibradores, que se colocan en el pene y pueden aumentar la sensibilidad y mantener erecciones por más tiempo. Al momento de la penetración, también estimula clítoris, labios vaginales y hueso pélvico.
Hay más ‘candidatos’ para esta misión como Jagger, un juguete con forma de C que estimula al mismo tiempo punto G, clítoris, labios vaginales y hueso pélvico. Además, “las vibraciones en el miembro del hombre es un efecto retardante natural”.
Y si lo vas a compartir, no olvides los preservativos: ponerle un condón a tu juguete es una medida fundamental si se desconoce el historial de la pareja sexual.
- ¿Qué hay del material?
Advierten que los juguetes de mala calidad suelen ser duros y de textura áspera: “pasas los dedos y se te quedan estancados, no puedes seguir bajando”. Aconsejan preferir los de silicona quirúrgica e hipoalergénicos.
- ¿Pilas o recargables?
Sugieren la segunda opción. La mayoría de sus productos funcionan con cargador USB. Las razones contemplan tanto el bienestar como la practicidad: “Uno, la pila se sulfata; dos, daña tu juguete. Tiene ciertos químicos que de una u otra manera pueden afectar, a lo largo del tiempo, la salud”, sostiene María Gabriela.
A ello se suma lo poco útil y ecológico que resulta “estar cambiando la pila a cada rato”. Por otro lado, a medida que esta va perdiendo potencia, también lo hace el juguete y se podría creer que está dañado cuando no es así.
- ¿Cómo limpiarlos?
La ‘fórmula mágica’ quizá ya la tengas en tu baño: jabón pH neutro y agua. “Es un mito esto del agua hervida, de chisguetear cloro, vinagre o alcohol, porque vas a dañar la calidad del producto”, expone María Gabriela y recomienda limpiarlo antes de usarlo y después de usarlo.
“Yo sé que mucha gente vende limpiadores, pero estos mismos son a base de jabón pH neutro”, agrega la emprendedora, quien apunta que usar el que se tiene en casa va a resultar más económico e igual de efectivo.