El robo de 200 dólares a un distribuidor de gas en el cantón Balsas, en El Oro, permitió resolver dos casos: un intento de robo a un banco en Machala y un triple asesinato ocurrido en Carretas, en el norte de Quito.

Este último hecho conmocionó a los capitalinos el 14 de abril de este año, cuando un grupo de ciclistas se topó con tres cadáveres baleados en la extensión de la avenida Simón Bolívar de ese sector. Luego de siete meses, la Fiscalía pudo formular cargos por este hecho a tres de 18 delincuentes que planeaban atracar la entidad financiera machaleña.

Para entender esta ‘maraña’, hay que partir del triple asesinato. Todo empezó dentro de un chongo, en el norte de Quito, donde estaban las víctimas identificadas como Luis Silva, Diofre Mera y Darwin Pillajo.

Allí también estaban los sospechosos Ramzael Morales, Guillermo Bolívar y Wilker Hernández, quienes sacaron a la fuerza a los afectados. Según las investigaciones, los seis se embarcaron en el carro de uno de los fallecidos y fueron hasta el sitio de la ejecución, la madrugada del 14 de abril.

Las pesquisas demostraron que Silva, Mera y Pillajo tenían 22 heridas de bala: las más letales fueron a la cabeza. Desde la Policía se calificó a este caso como un ajuste de cuentas contra uno de los tiroteados, aunque no se especificó en contra de quién ya que ninguno tenía antecedentes penales.

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Las evidencias halladas en El Oro

Los agentes de Dinased fueron al chongo, donde consiguieron las filmaciones de las cámaras de seguridad: así identificaron a las víctimas como a los implicados. Al tiempo, los tres presuntos asesinos, de nacionalidad venezolana, habían viajado a El Oro para, presuntamente, formar parte de un gran robo.

Según un parte policial al que EXTRA accedió, el 16 de abril, un grupo de policías patrullaba en la vía transversal del cantón Balsas, en El Oro, y se les acercó un hombre para pedir ayuda porque fue asaltado. La víctima les dijo que tres tipos a bordo de un Jeep le robaron 200 dólares de la venta de gas y huyeron.

Los agentes recorrieron la carretera y llegaron a un hotel donde estaba el carro de los delincuentes. Allí, unas personas salieron corriendo cuando vieron a los policías.

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Se pidió ayuda a otras unidades policiales y capturaron dentro del hotel a siete sujetos. Otros cuatro fueron aprehendidos en la carretera Balsas - Loja, dos más fueron detenidos dentro de una pizzería y otros dos criminales fueron sorprendidos en una ciudadela.

Finalmente, los detenidos dijeron a los agentes que los últimos tres compinches habían subido a un bus rumbo a Machala. Otros uniformados los capturaron y confirmaron que se trataba de Ramzael Morales, Guillermo Bolívar y Wilker Hernández.

Con las investigaciones se determinó que los 18 criminales robarían un banco y los procesaron por terrorismo. Para el atraco se armaron con cuatro pistolas, un revólver, un fusil y una subametralladora.

Cuando cotejaron los indicios balísticos, se determinó que las pistolas se usaron en el triple crimen de Quito. Quienes las portaban eran los tres venezolanos, cuyos rostros quedaron filmados en las cámaras del chongo.

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