En una de las paredes de la calle Balsas, en el sector de Santa Rita, sur de Quito, todavía quedan rastros de sangre. Como si a alguien lo ‘estamparon’ contra la misma.

En este mismo lugar fueron detenidos tres jóvenes, quienes la madrugada del 28 de octubre habrían provocado relajo. Según moradores, a las 00:30 escucharon un escándalo. Al asomarse por las ventanas vieron que los chicos lanzaban botellas de vidrio a los carros que circulaban por la zona.

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Alertaron del hecho a los policías mediante el chat comunitario y cuando ellos llegaron también fueron recibidos a botellazos.

Los gendarmes les pidieron que se calmaran y los revoltosos no lo hicieron. Se subieron a una camioneta doble cabina e intentaron atropellar a los policías y a las personas que salieron a ver lo que pasaba.

Los uniformados pidieron refuerzos para controlar la situación y detuvieron el vehículo. Bajaron a los relajosos e intentaron meterles a un patrullero, pero se resistieron.

Uno de ellos les gritaba: “¡Qué me van a hacer hijue..., ustedes no saben quién soy. Soy de Los Lobos, valen v...!”

Otro de los jóvenes reconoció a uno de los policías como el que lo había detenido hace un mes. “Yo te conozco hijo de p... ya vas a ver”.

El tercer sospechoso trató de huir y, según el informe policial, como estaba demasiado alcoholizado se tropezó y se golpeó el rostro.

Los policías tuvieron que utilizar gas pimienta para controlar a los revoltosos y llevarlos a la Unidad de Flagrancia. Los tres serán investigados por el delito de ataque o resistencia. 

Los tres tienen prohibición de salida del país y deberán presentarse ante las autoridades una vez por semana. 

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