Mientras los padres de una menor trabajaban en el campo, su abuelo, con antecedentes de abuso, la habría violado y asesinado. El desgarrador caso ocurrió este viernes 30 de agosto y sacudió a la parroquia Panguintza Alto, en el cantón El Centinela del Cóndor, que pertenece a la provincia Zamora Chinchipe.

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La niña, de 11 años, quedó al cuidado del sospechoso. El tío de la víctima (hijo del presunto implicado) fue quien se dio cuenta de que algo extraño había pasado con la víctima, al regresar a la casa, a las 19:00.

Lo primero que notó es que la niña no se encontraba en la vivienda. Enseguida le preguntó al abuelo, pero el hombre alegó desconocer su paradero, afirmando que ella aún no había regresado de la escuela.

Preocupados, familiares y amigos comenzaron una búsqueda exhaustiva sin éxito. Mientras intentaban encontrarla, el sospechoso dijo que observó las sandalias de la menor en el río, pero las había escondido.

El tío, desconfiado, solicitó que lo lleve al lugar donde vio las zapatillas. En el trayecto, el abuelo hizo comentarios perturbadores, sugiriendo que a la niña la podrían haber matado. Eso levantó sospechas entre los presentes.

Al llegar al sitio indicado, descubrieron piedras manchadas de sangre. El espeluznante hallazgo hizo que la familia tuviera un mal presentimiento. El cadáver fue encontrado no muy lejos de allí.

La Policía Nacional intervino en el caso. Y en una de las primeras acciones salió a la luz otro horrendo dato: en la casa del abuelo había prendas de vestir ensangrentadas.

Con todos los datos recabados, la hipótesis es que la niña habría sido violada y asesinada. Y todo apunta a que el abuelo podría haber cometido estos actos delictivos, aunque eso deberá ser confirmado con las investigaciones posteriores.

El hombre, al enfrentarse a la abrumadora evidencia, eligió el silencio. Sin embargo, luego se conoció que tiene antecedentes de intento de abuso. Hace dos años intentó violar a una de sus hijas, pero esto fue evitado por otro de sus vástagos.

Durante la audiencia efectuada contra el sospechoso se dictaminó prisión preventiva. En cumplimiento de aquella medida fue trasladado al Centro de Rehabilitación Social de Loa y deberá permanecer recluido durante el proceso judicial que ahora enfrenta.

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La familia y la comunidad local sufren el dolor por la trágica pérdida de la menor. Este caso generó extrema conmoción en los parroquianos, pues no logran entender cómo alguien habría hecho una cosa así a una menor, peor aún siendo de su propia familia.

Las autoridades continúan trabajando en el esclarecimiento completo de los hechos, mientras los pobladores están pendientes.

De acuerdo con revelaciones del tío y de otra familiar a los agentes policiales, el supuesto implicado estaba tranquilo, sin ninguna reacción de tristeza.

Según sus declaraciones, el hombre habría guiado al tío de la menor hacia la orilla de una quebrada y cerca de ese punto estaba el cadáver. “Al ver su cuerpo me puse mal y me fui en llanto, pero mi papá estaba como si nada”, contó el tío a los policías.

Además, la otra allegada mencionó que el implicado se contradecía en sus explicaciones. Lo que decía no concordaba. También les llamó la atención que ese día, el hombre realizó actividades fuera de la casa que no solía efectuar. También anduvo por lugares a los que no suele ir con frecuencia.

Por esas razones, gendarmes lo aprehendieron y lo llevaron a una unidad judicial para que esté a órdenes de la autoridad competente.

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