Dylan Arteaga, detenido para indagar el incendio forestal ocurrido en Guápulo, nororiente de Quito, estará 20 días en prisión. Este 26 de septiembre, un juez resolvió que se daría un procedimiento directo y luego de ese tiempo se sabrá si es culpable o no tras la audiencia de flagrancia.

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Para su familia, la resolución fue injusta, al igual que su detención. Alberto Arteaga, abuelo del procesado, detalló que su nieto no tiene nada que ver con la propagación del fuego. “La Policía dijo que lo llevaban (el miércoles) para que rindiera su versión libre y voluntaria a la Unidad de Flagrancia. Pero acá lo detuvieron, y él vino por su cuenta porque no está implicado”.

Según la Policía, Dylan fue señalado como presunto autor de comenzar el incendio. Fernanda Arteaga, tía del joven, dijo que en la diligencia no se presentaron pruebas que lo ligaran. “Él estudia Economía en la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE) y trabaja los fines de semana”.

La prueba que halló la Policía fue un galón de gasolina en la casa de Dylan. Sin embargo, su abuelo refutó esa teoría y entregó un dato que, a su juicio, es clave: "Ese combustible lo usamos para una guadaña que tenemos para podar el césped".

Según el alcalde Pabel Muñoz, los incendios en esta zona son actos terroristas y criminales que deben ser juzgados. Entre las pruebas halladas durante la crisis están dos canecas de combustible e incluso una bomba molotov.

Pero el verdadero origen del fuego, el 24 de septiembre, fue en un predio de Guápulo, cuyo dueño ya fue identificado, según Pablo Correa, jefe de la Unidad de Investigación de Incendios del Cuerpo de Bomberos de Quito. “En ese lugar se realizó una quema de vegetación muerta. La dinámica del incendio avanzó por las condiciones climáticas, la temporada y los fuertes vientos”, acotó el especialista.

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Sin embargo, el oficial dijo que la propagación y origen de otros focos de incendio ya no entran en la competencia investigativa de los bomberos, sino de la Policía. Esto por las pruebas especificadas por el alcalde de la ciudad.

El Municipio detalló que Quito ha sufrido dos jornadas con 27 quemas y el 99 % de ellas fueron provocadas. Hasta la fecha hay cinco personas procesadas, pero por el delito de incendios forestales y no por terrorismo, como se calificó a todos los casos desde que se agravó la situación.

Para Carlos Alulema, general (sp) de Policía y fundador de la Dinased, el tema no tiene que politizarse, ni tampoco se debe catalogar estos hechos sin pruebas irrefutables. “Las evidencias tienen que entrar en un proceso investigativo imparcial. De ese modo se llegará a una conclusión justa para determinar si se trata o no de casos de terrorismo”.

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