Durante cinco décadas, EXTRA ha sido un referente en la cobertura de los casos más extraordinarios del país. Con un compromiso inquebrantable por la verdad y la investigación, ha demostrado que no hay distancia que impida informar sobre los acontecimientos que marcan nuestra historia.

Tres miembros de la comunidad Huaorani salieron de su entorno, en la región amazónica ecuatoriana, para visitar el mar por primera vez.

Su temor al visitar General Villamil, Playas, era evidente. Sin embargo, Ware, Nenkiwy e Ique, de entre 41 y 53 años, disfrutaban del mar y la arena, que, al pisarla, sintieron que todo cambió.

Sus pies descalzos se hundían y dificultaban su andar. Se pararon frente a la extensa masa de agua, sin poder creer que un ‘río’, según ellos, fuera infinito.

Sus ojos y la expresión de sus rostros cambiaron ante ese hecho. Decían en su lengua que el mar los atemorizaba, luego de caminar por la orilla y ser golpeados por olas.

Unos pocos turistas, boquiabiertos, miraban cómo dos de los mismísimos ‘Huao’ disfrutaban del océano. Una bañista protestó por la presencia de aquellos extraños desconocidos, tal vez por su desnudez, parte irrefutable de su cultura ancestral.

Tres marinos trataron de impedir el baño de los huaoranis, pero tras un corto diálogo, se retiraron amablemente. La única queja de los amazónicos fue la salinidad del agua, de la que disfrutaron sin cesar.

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De regreso a Guayaquil, la presencia de los huaorani fue bastante comentada. Se hablaba de que todo era un montaje y que el trío de guerreros no había salido de la selva del Coca.

La intención de EXTRA de traerlos desde tan lejos es que los ecuatorianos conocieran a estos hombres provenientes de una cultura milenaria y base del pueblo ecuatoriano.

A punta de formol y aire acondicionado una familia de Guayaquil habría tratado de mantener el cadáver de una mujer a la espera de que resucitara. El insólito caso consternó a la opinión pública y a las autoridades, ya que Elextra Ríos tenía 55 días sin recibir sepultura tras su muerte, ocasionada por un paro cardíaco.

Fueron los vecinos de la décima etapa de la ciudadela Alborada quienes alertaron del hecho, conocedores del fallecimiento y del hedor que salía de la casa cercana, lo que empezaba a incomodarlos. Ríos falleció el 23 de septiembre de 2008, pero su familia guardó absoluto hermetismo, apoyada por las ideas y oraciones de un pastor evangélico, con la esperanza de que pudiera revivir, lo que nunca ocurrió.

La noticia publicada por EXTRA alertó a las autoridades de Salud, que amenazaron con imponer una multa de mil dólares.

Mientras tanto, la oficina de Sanidad del Ministerio de Salud Pública emitió el respectivo permiso para que fuera sepultada. Incluso en el Registro Civil del Guayas no estaba inscrita como fallecida, lo que significaba que aún vivía y no la habían sepultado.

Ante la presión ciudadana, finalmente la mujer pudo descansar en paz en su última morada, dos meses después de su deceso y sin que se diera el milagro de la resurrección.

En San Miguel de Tres Charcos, comunidad rural de Rocafuerte, en Manabí, una de sus habitantes, Gema Vélez Celorio, fue declarada ‘santa’.

La noticia se regó por todo el país, lo que atrajo a miles de devotos que le atribuyeron a la adolescente, de 16 años, el poder de sanar todo tipo de enfermedades.

A simple vista, era una chica normal que se maquillaba y chateaba por celular. El lugar, que carecía de lo más elemental, recibía a diario a miles de personas de todas partes que iban en busca del milagro de la sanación.

La devoción por aquella chica era tan grande que sus devotos le llamaban “patrona”, “niña milagrosa” o “virgencita”, elevándola al puesto de ‘santa’.

Aquello llegó a oídos de monseñor Mario Ruiz Navas, encargado en ese entonces de la Arquidiócesis de Portoviejo, quien manifestó que “es una estafa, se está negociando con la fe”. Sin embargo, los feligreses de Gema rechazaron tales palabras.

La familia se defendió argumentando que no cobraban por las sanaciones, pero sí aceptaban “la voluntad de los pacientes”, que iban desde regalos hasta víveres. Admitieron, sí, la venta de ‘agua bendita’, de 1 y 5 dólares. Los fieles también pagaron la construcción de un altar en el patio de la casa de Gema, donde realizaba sus ‘milagros’.

Claudia González, colombiana de 42 años, fue la protagonista de una de las historias médicas más increíbles de los últimos tiempos. Aquejada de Parkinson, vivía su día a día con dos electrodos colocados dentro del cuerpo que reactivaban sus neuronas muertas a causa de su condición. Aquello le valió que, a la psicóloga clínica, madre de tres hijos y casada con un ecuatoriano, la llamaran ‘la mujer biónica’.

Cuando era joven, además del mal de Parkinson, sufrió dos derrames cerebrales que la dejaron como un vegetal, postrada en una cama. Científicos extranjeros experimentaron en su cuerpo con unos aparatos llamados ‘estimuladores profundos del cerebro’, que estaban implantados en su pecho y que hacían que todos sus músculos funcionaran a través de impulsos electrónicos que llegaban a su cerebro por medio de unos cables.

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Los médicos que la atendieron le dieron solo dos años de vida, sin llegar a explicarse cómo era posible que su paciente estuviera viva y con buena salud. Sorprendidos por el avance de la ciencia, EXTRA conformó un panel con especialistas para hablar de este curioso caso.

En un punto rural de la provincia de Los Ríos, específicamente en un tramo del cantón Ventanas, se levanta una curiosa casa en forma de OVNI, que captó la atención de la prensa internacional. La vivienda rodeada de espesa vegetación fue diseñada y construida por un empresario guarandeño, quien se refugia con su familia, y sus mascotas mientras espera la visita de los extraterrestres. Muchos lo llamaron loco.

Valorada en ese entonces en 400 mil dólares (año 2017), tiene dos pisos y una terraza. Posee además un vivero y una planta purificadora de agua y un sistema para convertir los desechos en abono orgánico en un pozo ubicado fuera de la estructura.

Está perfectamente amoblada e iluminada, y su propósito es que sea un imán para los alienígenas. La idea de la original construcción nació en el 2002, pero la construcción comenzó en el 2013, cuando por fin el dueño pudo obtener el dinero, gracias a sus negocios de televisión por cable, internet y diseño de inventos.

La idea principal, según aseguró, siempre fue atraer a naves extraterrestres. “Todo el universo está completamente poblado, entonces eso va a suceder”, comentó el empresario.

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