Rafael Correa le dijo "niño ridículo", Noboa lo tachó de "amargado y celoso". La pintoresca política ecuatoriana ha sumado un nuevo capítulo. Tras la celebración del presidente Daniel Noboa por la entrega de una garantía soberana a la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, para obras públicas, en la que afirmó que "el viejo Ecuador durante años se encargó de dividir al Guayas y le negó oportunidades de progreso", el expresidente Rafael Correa, líder de la Revolución Ciudadana, respondió llamando a Noboa "niño ridículo".

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El expresidente Correa, en un intento de desmentir a Noboa, utilizó reportes de prensa de 2018 para recordar que su gobierno también entregó garantías soberanas a Guayaquil, aunque en este caso fueron para proyectos de alcantarillado. Noboa no se quedó callado y respondió con un breve pero contundente mensaje en la red social X: "Nerón, no sabía que, además de amargado, eras celoso".

La relación de Aguiñaga y Noboa. El presidente Daniel Noboa firmó una nueva garantía soberana el lunes, 22 de julio de 2024, en Guayas. La firma del acuerdo se realizó en presencia de la prefecta de la provincia, Marcela Aguiñaga, quien destacó que el proceso para concretar el financiamiento con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe tomó varios meses.

La garantía soberana otorgada a la Prefectura del Guayas corresponde a un préstamo de 50 millones de dólares con un plazo de 15 años. Los fondos se destinarán a la implementación de sistemas de riego y drenaje, con el objetivo de mejorar la conectividad vial y el acceso a viviendas dignas en la provincia. 

Durante el evento, Aguiñaga aprovechó para solicitar a Noboa una nueva garantía por 100 millones de dólares para otras obras. A pesar de las controversias políticas en torno a la Revolución Ciudadana, las dos autoridades se mostraron sonrientes, y Noboa incluso entregó una orquídea a Aguiñaga como símbolo de la colaboración entre ambos.

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Al respecto, Aguiñaga comentó: "Este apoyo significa mucho para nuestro pueblo y es una clara muestra de que juntos podemos avanzar". Mientras tanto, Noboa reiteró su compromiso de trabajar por el desarrollo y bienestar de Guayas. Sin embargo, el intercambio de palabras entre Correa y Noboa pone de manifiesto las tensiones políticas presentes en el país.

Correa, al criticar la gestión de Noboa, no escatimó en palabras y se mostró distante de los nuevos liderazgos que, según él, surgen a raíz de una institucionalidad afectada. Por su parte, Noboa, quien llegó al poder con un discurso de unidad y desarrollo, enfrenta el reto de demostrar que puede sostener una relación constructiva con diversas fuerzas políticas, incluidas aquellas que critican su gobierno.

La política ecuatoriana avanza en un ambiente de competencia y confrontación, y estos episodios solo son una muestra más de una narrativa que continúa desarrollándose. Mientras tanto, las comunidades esperan que las promesas de los líderes se materialicen en beneficios tangibles, fundamentales para el crecimiento y mejoramiento del país.

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