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Exmodelos del programa 'A todo dar' cuentan su rol de madres
Cinco exmodelos del programa concurso más popular de la década del 90 revelan detalles de sus vidas, dónde se encuentran y sus recuerdos...
Bien dicen que el que busca encuentra. Desempolvamos aquellos recuerdos de la década de los 90, época en la que el programa concurso ‘A todo dar’ fue una tendencia y movió multitudes en Ecuador.
Después de 13 años, EXTRA conversó con cinco exmodelos que tuvieron su paso por esa tarima televisiva (de 1997 a 2008), recordada también por la conducción del fallecido Marco Vinicio Bedoya y Sonia Villar.
Ginger Noriega, Martha Bone, Olga Gallegos, Katty Yoncón y María Cristina Yépez nos revelaron sus facetas como madres, pero también sus recuerdos y lo que significó en sus vidas.
Cumplió el sueño de formar una familia
Olga Gallegos es conocida por sus excompañeras como una mujer tímida y callada. Tiene 42 años y vive en Estados Unidos hace una década. Está casada. Su hija de 12 años se llama Mía.
Abandonó el programa concurso a los 23 años, porque buscaba darle un giro a su vida, pero alejada del mundo del espectáculo.
En la Yoni, la exmodelo estudió estética, aprendió costura y actualmente tiene un negocio propio donde aplica todos sus conocimientos.
¿Qué representa para ti el rol de madre?
El papel de mamá es lo más importante en mi vida. Yo siempre quise realizarme en este sentido, tener una familia y pues ahora soy muy feliz.
¿Cómo es tu relación son tu hija?
Somos muy unidas y siempre estoy para ella. Soy una mamá al cien por ciento.
¿Qué te dejó ‘A Todo Dar’?
Lo más importante fue la amistad de estas chicas, que son las hermanas que nunca tuve. También me dio muchas alegrías que compartíamos porque fuimos muy unidas.
Ginger Noriega
En la piel del señor Barriga
Para Ginger Noriega, de 43 años, el tiempo no ha pasado en vano. Recuerda con cariño aquella época dorada en donde brilló con luz propia y vivía en una burbuja de cristal denominada fama, pero dice no extrañar el mundo de la televisión porque ahora lo tiene todo.
Está casada y tiene dos hijos, de 4 y 6 años. Desde hace 20 reside en Estados Unidos y se desempeña como gerente de una compañía de arriendo de bienes raíces.
“Soy como Don Barriga, mi trabajo es cobrar la renta y pues sí me ha salido uno que otro Don Ramón, pero pongo buena cara”, cuenta entre risas.
¿Qué te llevó a los Estados Unidos?
Viajé a Miami con mis tíos, para ayudarle con un problema de salud a uno de ellos. Mientras tanto trabajé en el negocio de mi tío. Ahora soy una experta en cambiar llantas. Jamás lo pensé. Me parecía imposible ver mis manos llenas de grasa.
¿Cómo fue ese cambio de modelo a llantera?
Al inicio ¡no lo podía creer! Me preguntaba: ¿La despampanante Ginger cambiando llantas? La primera y segunda semana de trabajo tenía la manicura dañada, pero después ya no prestaba atención a eso. Gracias a esto empecé a madurar. Viví cosas duras, pero ahora soy una obrera de la vida a la que le costó sangre todo.
¿Pensaste en ser madre en tu época de modelo?
Me moría por ser mamá, pero curiosamente nunca pude realizar mi sueño con las anteriores parejas que tuve, hasta que conocí a mi esposo y con él lo hice realidad. Soy mamá de dos hermosos niños. Son mi vida.
¿Cómo es Ginger en el papel de mamá?
Me consideraba muy paciente, pero con ellos no lo soy. Mi hija Luna es mi espejo. Creo que con ella estoy pagando lo que le hice a mi mamá. Maximiliano, en cambio, es mi talón de Aquiles. La maternidad es lo más hermoso, ni con una carrera profesional me sentiría tan bendecida.
Martha Bone
La diosa de ébano quiere darle un hermanito a su hijo
Marthita Bone, mejor conocida como La diosa de ébano, tiene 43 años. Es madre de un adolescente de 14, a quien considera como la mayor bendición de su vida. A nivel laboral está ‘cocinando’ un proyecto innovador con el que busca imponer en el mercado una línea de maquillaje especializada en afros.
¿Qué representa tu hijo para ti?
Él es el hombre que amo. Es la mayor bendición y vino con todo lo mejor del planeta. Soy madre soltera y Alexander es toda mi felicidad. Me siento muy orgullosa de él.
¿Cómo es tu labor de madre?
La maternidad es linda, pero no es fácil. No se trata de tener hijos porque sí, se requiere mucho esfuerzo y sacrificio. Yo me llevo bien con mi hijo, somos buenos amigos, hablamos de todo.
¿Te gustaría tener otro hijo?
Sí. Quiero tener otro bebé. A mi hijo le hace falta un hermanito porque se siente solo, pero también me quiero ganar la lotería (carcajadas).
Katty Yoncón
Empresaria de postres saludables y productos para el cabello
De 42 años, Katty Yoncón cuenta que dejó el mundo del espectáculo para formar una familia. Se graduó de ingeniera comercial y maquilladora profesional.
Para ella no hay un día especial para celebrar a las madres, porque todo el tiempo sus hijas son su prioridad. “Soy mamá al cien por ciento, nunca dejé a mis pequeñas en manos de otros”, dijo.
Hace unos años fue diagnosticada con fibromialgia, una enfermedad que no se ve, ni se anticipa pero sí se siente con intensidad. Con altos y bajos en su salud, Katty tiene un negocio de postres saludables y prepara productos orgánicos para el cabello. Con el tiempo espera poner su propia cafetería.
¿Cómo has enfrentado este quebranto en tu salud?
Con el apoyo de mi esposo y de mis dos hijas, que ahora tienen 17 y 18 años. He cambiado mis hábitos alimenticios y soy portavoz de esta enfermedad y ayudo a las personas a través de mis redes sociales.
¿Cuál fue la mejor anécdota que tuviste en ‘A Todo Dar’?
Me casé con uno de mis fanáticos. Esa es la más grande anécdota que tengo. Él ha estado enamorado de mí desde ese entonces y nos conocimos cuando yo salí del programa. Él lo planeó todo.
¿Qué dicen tus hijas cuando ven tus fotos de aquella época?
Me preguntan cómo pude haber hecho eso. Ellas son opuestas a mí. En una ocasión estuve en una fiesta con los compañeros y como sigo sintiendo la música en la sangre me puse a bailar. Unos amigos de mis hijas les habían dicho que bailo mejor que ellas (ríe).
María Cristina Yépez
Su vida es como un cuento de hadas
La vida ha sido generosa con la Flaca de oro. Así lo confiesa María Cristina Yépez, quien cuenta que todos sus sueños se han hecho realidad.
Después de ‘A todo dar’, trabajó por un tiempo en radio y en eventos privados. Contrajo matrimonio con un exfutbolista argentino, tiene cuatro niñas y un niño y maneja su negocio propio de joyas de plata.
¿Cuáles son esos sueños que la vida te ha dado?
Soñé con ser modelo de ‘A todo dar’ y lo logré. Luego con casarme con un príncipe azul y lo tengo, y finalmente soñé con ser mamá de gemelas y la vida me regaló mellizas.
¿Y con tus hijas eres una mamá ‘A Todo Dar’?
Trato de serlo. Soy una mamá moderna. Hago TikTok con mi hija Renata. Mi hija Luciana es más reservada y suele decirme “mamá, no me etiquetes en tus publicaciones”.
¿Has atravesado alguna situación difícil con tus hijos?
Sí. Creía que todo era color de rosa, hasta que descubrí que mis hijas fueron maltratadas por una niñera que las cuidaba, mientras nosotros trabajábamos. Desde entonces decidí encargarme de lleno a ellas.
¿Regresarías a la televisión?
No. Ya cumplí una etapa en mi vida y la aproveché. Ahora mi mundo es mi familia y no hay nada más importante que ellos.