En octubre próximo cumplirá 92 años, pero Lucía Cruz Rodríguez considera que tiene buena salud para caminar sin problemas hacia el templo donde le reza a la Virgen de la Merced, en Playas, provincia del Guayas, y agradecer por el bienestar de su familia.

Doña Lucía cuenta que, desde los 10 años, cuando iba de la mano de sus padres a la iglesia, que en ese entonces era de caña, en 1955, comenzó su devoción.

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Su fe se fortaleció aún más después de casarse, cuando recibió un milagro. Le pidió a la Virgen de la Merced que curara a su hijo, quien había sufrido un golpe en uno de sus ojos que le provocó un tumor maligno. Su plegaria fue escuchada y su hijo sanó.

Más tarde, según relata, recibió un segundo milagro. Pidió por la salud de su madre, Gloria Rodríguez, quien estaba gravemente enferma y no había sido curada por ningún médico. La ayuda divina también sanó a su madre.

Desde entonces, la fe de doña Lucía ha crecido, y en agradecimiento por estos milagros, se comprometió a asistir a todas las procesiones de la Virgen durante sus fiestas patronales, cada 24 de septiembre.

“¡Imagínese 80 años asistiendo a las procesiones y aún tengo fuerzas para seguir… es un milagro!”, asegura la devota.

Entre sus recuerdos, Lucía asegura que la Virgen siempre ha estado presente en Playas, por lo que fue designada como patrona. Relata el hecho prodigioso más comentado: Durante la guerra de 1941 con Perú, la gente pidió a la Madre de Dios por la paz y la protección de los soldados que fueron a defender el país.

El 24 de septiembre de ese año, después de la procesión, el cielo se tiñó de colores, y entre las nubes se vio a la Virgen con una banda ceñida con los colores de la bandera del Ecuador. Por eso tienen una efigie que representa ese acontecimiento. “Fue algo que muchos vimos y entendimos que nuestras oraciones habían sido escuchadas”, comenta Lucía.

Una experiencia similar ocurrió durante la Guerra del Cenepa en 1995. Aunque la Virgen no apareció, el cielo se tiñó con los colores de la bandera, y “sentimos su presencia”, dice Nancy Yagual, de 57 años, hija de Lucía, mientras arregla la imagen que tienen en su casa para llevarla al pregón con el que iniciaron los festejos en honor a la Virgen de la Merced el 14 de septiembre.

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Cientos de estudiantes participaron en el pregón que marcó el inicio de las fiestas. Del 15 al 23 de este mes se realiza la novena con la participación de gremios, instituciones, estudiantes, barrios y autoridades en diferentes días.

El 24 de septiembre se celebrará la misa de fiestas, presidida por el obispo de Santa Elena, Iván Minda, y el párroco José Antonio Guerrero. Habrá procesión y luego distracciones populares. (NM)

El frío no doblega a la fe. En las madrugadas, decenas de feligreses cumplen con su devoción participando en el rezo del Rosario de la Aurora, por diversos sectores de Portoviejo, capital de Manabí, donde están celebrado el quincenario en honor a la Virgen de la Merced.

Minutos antes de las 05:00, un canto en honor Madre del cielo marca el inicio de rezo y poco después los Dios te Salve María llena eres de gracia... resuenan en los diferentes sectores portovejenses por los cuales, recorren con la emblemática imagen que es llevada en un vehículo.

En los sectores, unos creyentes exponen la imagen adornada con globos y con velas encendidas siguen las oraciones con la meditación de cada uno de los misterios.

Al llegar al Santuario Arquidiocesano, en la calle Ricaurte, con la bendición concluye cada amanecer esta jornada de fervor que se cumple desde el 9 de septiembre. (AG)

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