Una caída de agua cristalina sobre unas rocas de gran tamaño, junto a la cual se forman pequeñas lagunas, es parte de las atracciones turísticas con las que cuenta Gonzanamá, en la provincia de Loja. Ubicada a un kilómetro de la ciudad, la Cascada de La Banda también ofrece un paisaje para postales.

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Este paraje se complementa con estructuras rocosas en forma de pailas que hay en la zona, las cuales contienen aguas sulfurosas que brotan del cerro Colambo y algunas personas acuden para darse baños. La cascada de La Chorrera, que nace de las quebradas Grande y La Chorrera, también es promocionada como otro atractivo natural en esta zona lojana.

Si lo suyo es el gusto por la arqueología y conocer la historia de los antepasados, en unas parroquias de Gonzanamá cuentan con restos de culturas del ayer.

En la parroquia Changaimina, que en lengua indígena significa “cementerio de los dioses”, exponen sobre los vestigios del esqueleto de un gigante que encontraron años atrás.

En la parroquia Purunuma hay unas cavernas en las que hallaron vestigios de cerámica de una cultura aborigen. En la parroquia Sacapalca se encuentra una roca en forma de pirámide con tres caras, con unos símbolos grabados. Estos y otros atractivos se pueden conocer en este cantón, que está cumpliendo 81 años de creación. (IC)

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