La pequeña Emily ya no llora tanto como hace tres días que fue mordida por un perro de raza pitbull. La pequeña de cuatro años de edad fue sometida a dos operaciones para lograr la movilidad de su pierna derecha que fue desgarrada por el can.

Su madre la cuida día y noche en la clínica privada en la que fue internada en el centro de Ambato, provincia de Tungurahua.

Una de las tías contó que la pequeña no dejaba de llorar por el dolor de las heridas. Fue mordida por el perro la tarde del lunes 17 de julio cuando ella fue a comprar en una tienda cercana a su casa en la avenida Real Audiencia de Quito y calle Mileto en el sur de la ciudad.

Los gritos desgarradores alertaron a los dueños del can, quienes salieron de inmediato para ver lo que sucedía. En la calle presenciaron que el perro había mordido a la niña en tres partes de la pierna.

Los dueños del perro se encargaron de llevar a la menor hasta el Hospital Docente Ambato, donde lavaron y dieron los primeros auxilios.

José Villegas, propietario del can, mencionó que el perro se escapó, pero jamás imaginaron que iba a morder a alguien. "Junto con mi esposa llevamos a la niña al hospital donde le estaban atendiendo, pero la mamá decidió que se la traslade a una clínica privada y no quisieron ningún trato", expresó.

La madre de la pequeña, Joselyn de 23 años, dijo que solo quería lo mejor para su hija ya que tenía cuatro mordeduras en su piernita. La pequeña se recupera y sus familia espera que pronto vuelva a jugar con sus amiguitos.

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