Lo que comenzó como un simple encargo para comprar el almuerzo terminó convirtiéndose en una pesadilla para una familia de Quito. Un niño de apenas 6 años fue secuestrado el pasado 28 de diciembre en Puembo, dejando a sus seres queridos sumidos en la desesperación.

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La tarde del martes 7 de enero, esa angustia llegó a su fin con un rescate que devolvió esperanza a la familia.

Red de engaño y crueldad

El pequeño fue engañado y llevado a la fuerza por Reinaldo Santos Santos, un hombre con un oscuro historial delictivo, que incluye el rapto de menores en 2020. Durante 11 días, el secuestrador se desplazó entre Santo Domingo de los Tsáchilas y Esmeraldas, evadiendo a las autoridades mientras exigía $30,000 a la familia para liberar al niño.

Mientras tanto, el menor vivió un auténtico infierno. Fue encontrado en una zona montañosa del cantón El Carmen, provincia de Manabí, específicamente en el sitio El Rosario, en condiciones deplorables.

Según agentes de la Unidad Nacional Antisecuestro y Extorsión (Unase), el niño permaneció bajo un árbol, junto a unos tanques y un plástico que improvisaban un refugio indigno. En el lugar también se encontraron restos de comida y un teléfono celular desde el cual el secuestrador realizaba las llamadas extorsivas.

El momento del rescate

La operación, liderada por la Unase, culminó cuando las autoridades lograron localizar al niño y a su captor. En un intento desesperado por huir, Santos se internó en la maleza, pero fue interceptado por los agentes.

“Cuando el niño nos vio, estaba nervioso, pero al darse cuenta de que éramos policías, se tranquilizó y solo pedía ver a su mamá”, relató un agente.

Ese emotivo reencuentro ocurrió en el distrito de Policía, donde madre e hijo se abrazaron entre lágrimas y promesas de nunca volver a separarse.

El jefe del distrito policial del cantón El Carmen, coronel Kléber López, destacó que el operativo fue posible gracias a la persistencia de los equipos de investigación y al apoyo de la ciudadanía. “Nunca dejamos de seguirle el rastro al secuestrador. Este rescate es un mensaje de que no vamos a tolerar el crimen organizado en ninguna de sus formas”, afirmó López.

Aunque el pequeño se encuentra en buen estado de salud, las marcas de esta experiencia probablemente tarden en sanar. Según las autoridades, la captura de Reinaldo Santos, quien ahora deberá enfrentar a la justicia, es un paso hacia la reivindicación de esta familia y una advertencia para quienes se atrevan a atentar contra los más vulnerables.

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