En la casa de los padres ubicada en Cumbijín, a media hora de la cabecera cantonal de Salcedo, provincia de Cotopaxi, se levantó la capilla ardiente para el cabo segundo de Policía Luis Guanotuña, quien fue asesinado en Nobol, provincia del Guayas, la tarde del martes 09 de enero de 2024.

El sueño del guagua Lucho como lo conocían sus familiares, siempre fue el de ser policía, vestir el verde aceituna y luchar por la paz y la seguridad, pero este sueño fue truncado por las balas asesinas.

Al gendarme le dispararon mientras realizaba un operativo de control junto a un parque de la ciudadela 4 de Agosto, en el cantón noboleño.

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Frente al féretro cubierto con la bandera tricolor y su gorra que le acompaño durante los seis años de servicio en la institución guardiana del orden, en el velatorio este jueves 11 de enero, familiares y amigos del difunto recordaron cómo se enteraron del crimen.

Se enteraron a través de los videos que circularon en redes sociales y por un familiar que trabaja en Guayaquil, quien les comunicó que Luis había sido herido.

Unos parientes manifestaron que minutos antes de ser asesinado, el uniformado estaba en contacto a través de mensajes con su esposa, con quien procreó una niña que se queda en la orfandad.

El pasado fin de semana, el agente estuvo en su tierra natal, donde recorrió varios lugares, sus familiares le notaron algo extraño. Él se caracterizaba por ser alegre y jovial, pero en esa ocasión estaba todo lo contrario.

“Le acompañamos a unos terrenos, subió en su moto, cuando llegamos lo único que hizo fue pararse en el ingreso de las propiedades, mirar hacia el norte y sur se quedó pensando, creo que presentía que era la última vez que iba a estar aquí”, dijo su prima Inés Musuca, entre sollozos.

Los familiares piden justicia, que no quede en la impunidad este hecho de sangre que arrebató a un padre e hijo de su familia. Además esperan que el Gobierno Nacional se haga cargo de la manutención de su hija, esposa y padres, quienes son la tercera edad.

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