En menos de 20 días concluirá la etapa de instrucción fiscal por la muerte violenta de un recién nacido, en el baño de un colegio de Riobamba, provincia de Chimborazo, y el expediente fue remitido a Quito, donde lo llevará un juez de Niñez y Adolescencia.

La madre de la criatura, una adolescente de 15 años, es la principal sospechosa de haberle propinado cuatro heridas mortales, con una tijera, luego de parirla en un sanitario y posteriormente esconderla dentro de su mochila.

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La Fiscalía tiene menos de tres semanas para recabar más elementos y sostener una acusación por el delito, el cual será revisado por un administrador de justicia nacional.

Jorge Orozco, abogado en libre ejercicio, reiteró que la situación de la procesada, considerando que es menor de edad, será determinada por jueces de la Niñez y Adolescencia, en base al código correspondiente.

“Cuando un menor es procesado por un delito, la legislatura ecuatoriana busca un método de reinserción en la sociedad. Se les dictan medidas socioeducativas, pues se considera que todavía no tienen la suficiente madurez para entender y decidir”, afirmó Orozco. Siempre se los trata de esa forma, sin importar el delito, precisa el profesional.

De parte de la unidad educativa o del Ministerio de Educación no ha existido pronunciamiento, pese a que el delito investigado se cometió dentro del colegio. Aún no se conoce la situación de la estudiante dentro de la institución educativa, con un año lectivo a punto de culminar.

Tras la audiencia en Riobamba, el juez dictaminó que la adolescente procesada permanezca en su casa. No puede abandonar su domicilio. Si lo hace, incurriría en una desobediencia a la autoridad e inmediatamente sería trasladada hasta el Centro de Menores Infractores para que permanezca allí hasta la audiencia de juicio.

El fiscal que realizó el procedimiento con el recién nacido, Orlando Yaguachi, indicó que los médicos afirmaron que la salud de la muchacha era estable, luego de que estuviera varios días internada por una hemorragia.

Según la ginecóloga obstetra Jeanneth Auquilla, el no recibir supervisión ginecológica durante un embarazo y parto, pone en riesgo la vida de las mujeres, además de dejar graves consecuencias en el neonato.

La especialista añade que por lo menos se deben tener cinco controles prenatales, siendo lo óptimo nueve. Además, precisa que sin atención adecuada, se arriesga a peligros, como la preeclampsia, retraso de crecimiento en el feto, mala postura y hemorragias posparto que, incluso, pueden causar la muerte.

Este caso ha causado conmoción y una acalorada discusión en redes sociales. Mientras algunos piden una dura sanción para la madre, otros exigen no juzgar el hecho.

EXTRA consultó al Ministerio de Salud sobre estadísticas de adolescentes embarazadas, atendidas en la provincia de Chimborazo, en lo que va de este año, pero nos indicaron que los datos son reservados. Para obtenerlos, se debe enviar una carta mediante correo o Quipux, adjuntando un oficio con la identificación y el motivo para que se utilicen estos datos.

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