Hace 36 años, la familia Chacón Molina realiza una romería al santuario de la Virgen de El Cisne, en Loja, en señal de agradecimiento. Año tras año, su fe y devoción han crecido.

Luis Chacón recuerda cómo su fe se fortaleció después de ser testigo del milagro que recibió su madre, Nancy Molina, en 1997.

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“Recuerdo que el doctor nos dijo que mi madre debía decidir entre su vida o la de mi hermana. Ese momento fue devastador para nuestra familia. Salimos del consultorio y, en casa, nos arrodillamos todos, uniendo nuestras manos, y le pedimos a la Virgen de El Cisne que protegiera a mi madre en medio de lágrimas. Lo sorprendente fue que, después de unas horas, al realizarle un eco a mi madre, el peligro había pasado”, relató.

Ese año, doña Nancy viajó al Santuario de El Cisne y decidió encomendarse a la Virgen. En noviembre, tuvo a la bebé que estaba en riesgo y la bautizó como Carolina del Cisne en agradecimiento a La Churonita.

Por su parte, Martha Lema, desde hace 19 años, también viaja en cada septiembre hasta el santuario de la Virgen de El Cisne, en la provincia de Loja. Ella recuerda que en el año 2005 su hijo de un año de edad fue internado en el hospital Provincial de Latacunga, al ser diagnosticado con una neumonía crónica, cerca de un mes pasó internado. 

En los primeros 15 días del tratamiento no dio los resultados esperados. Los siguientes 15 días de tratamiento fueron difíciles, porque tuvieron que aplicar una medicina más fuerte, al momento que recibió el alta el médico tratante les advirtió que su pequeño debía someterse tres veces al día a nebulizaciones y no podía viajar.

“Aún recuerdo que cuando nos dieron de alta faltaban tres días para ir a la romería de La Churonita y tenía la necesidad de ir a conocer el santuario, cuando le dije a la doctora que iba a viajar me habló y pese a eso fui y le entregué a mi hijo a la Virgen y de manera milagrosa el niño se recuperó y hasta la fecha no se ha vuelto a enfermar”, aseguró doña Martha llena de emoción al recordar este milagro.

Desde que recibió ese milagro, esta madre prometió ir año tras año al santuario de La Churonita. A ella no le importa emprender un viaje de 15 horas desde Latacunga con tal de rendir un homenaje a la Virgen de El Cisne. 

Los priostes de Latacunga, cada 7 y 8 de septiembre, realizan una fiesta en honor a la Virgen, eventos que incluyen misas, procesiones, música. Realizan la novena y organizan el viaje al templo lojano.

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