Don Maqui, como llamaban a Santiago José Maquilón Cabrera, de 42 años, según sus conocidos, se había ganado el respeto en el sector El Desquite de la parroquia Viva Alfaro, al sur de Quevedo, provincia de Los Ríos. Él más bien cuidaba a sus vecinos y los alertaba. Esa sería la razón por la cual fue asesinado y descabezado.

Una de sus hijas, quien prefirió no identificarse, detalló a la Policía que el lunes 15 de abril de 2024 su padre fue a la casa de su amigo Carlos Alberto Arévalo Sánchez, quien también habita en el sector El Desquite. Ellos siempre se reunían para conversar, resaltó la pariente.

Sin embargo, al caer la noche de ese día, la hija dijo que no sabía nada de su padre. El martes 16 fue a buscarlo, pero nadie salió en la casa. En El Desquite ya se escuchaban rumores de que a los 'panas' los habrían secuestrado, pero nadie sabía nada.

Al no tener respuesta, allegados de Maquilón buscaron la posibilidad de entrar a la casa de Arévalo para ver si estaban dentro. Encontraron enseres revueltos, tirados como si se habría registrado un forcejeo.

Familiares de Maquilón denunciaron en la Fiscalía su desaparición. A eso de las 18:40 del martes 16 de abril, moradores del recinto Montoya encontraron un cuerpo en el río. La víctima estaba sin cabeza. El fallecido fue reconocido y se trataba de Maquilón.

La Policía constató que el cuerpo tenía varias puñaladas. Buscaron la cabeza, pero no la encontraron. Un grupo de personas decidió alzar el cuerpo, lo subieron por un barranco y llevaron por sus propios medios hasta la casa, previo a que lo llevaron al centro forense.

Fuentes policiales verificaron que Maquilón tenía historial delictivo con varios antecedentes por los delitos de robo, tenencia de armas, extorsión y contra la vida, por lo que una de las hipótesis que manejan es que su muerte se habría dado por algún ajuste de cuentas con algún grupo delictivo.