Exclusivo
Provincias

El templo actual fue levantado sobre la avenida 6 de Diciembre, en Quinindé.Luis Cheme

Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús: Centro espiritual y social en Quinindé

El templo no es solo un espacio de oración, también es un punto de encuentro comunitario

Desde hace más de medio siglo, la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús ha sido el eje espiritual, social y cultural de la ciudad de Quinindé, provincia de Esmeraldas. A lo largo de su historia, esta iglesia ha sido testigo de transformaciones sociales, incluyendo las migraciones internas y procesos de urbanización.

El padre Víctor Ocaña, actual párroco, quien lleva nueve años vinculado a esta comunidad, seis de ellos como su guía pastoral, recuerda los orígenes y evolución de esta parroquia, cuya historia se entrelaza con la de los Misioneros Combonianos, congregación religiosa que jugó un papel crucial en su fundación. (Dicho organismo fue creado en 1867 por el sacerdote italiano Daniel Comboni, para la evangelización y el desarrollo de las comunidades más pobres, especialmente, en África).

(Te invitamos a leer: Desaparición en canal de Guayaquil: Madre de Israel Abad hace conmovedora súplica)

“El templo fue levantado por los hermanos combonianos. Ellos trabajaron aquí hace unos 55 años”, agrega el padre Ocaña. En sus inicios, la parroquia no estaba ubicada donde hoy se alza majestuosa, sobre la Av. 6 de Diciembre, sino que funcionaba en una estructura improvisada, en el antiguo teatro Modesto Pacheco y donde ahora hay un comisariato.

Con el crecimiento de la comunidad y la necesidad de un espacio más amplio y adecuado, se trasladaron al actual terreno para construir lo que hoy es el templo del Sagrado Corazón de Jesús, donde por aproximadamente cuatro décadas, los combonianos guiaron espiritualmente a los fieles, hasta que cedieron la posta a los sacerdotes diocesanos

Arquitectura con influencia colonial

La iglesia actual, con capacidad para 500 personas, es un ejemplo de arquitectura tradicional latinoamericana. Algunos detalles como el techo a dos aguas y la decoración de la fachada, en arcos y ventanas, evocan la influencia colonial española.

La torre campanario, con una cruz en la parte superior, subraya su importancia como punto de referencia local.

La vida litúrgica se mantiene activa, con misas celebradas de lunes a viernes, a las 19:00. “Antes celebrábamos las misas de fin de semana a las 19:00, pero al haber menos sacerdotes, hemos tenido que modificar los horarios”, explica el padre Ocaña. Actualmente, los sábados, la misa se celebra a las 18:00 y los domingos hay tres (07:00, 09:00 y 18:00).

Además del templo principal, la parroquia cuenta con varias capillas periféricas que también reciben atención pastoral: El Buen Pastor, Santa Rosa, Valle Alto y Santa Necesidad de Jesús, ubicada en el barrio Telembí.

Cada una de estas capillas es atendida por los sacerdotes que trabajan junto al padre Ocaña, quienes se turnan para llegar a cada rincón de esta comunidad vibrante.

En esta casa de oración se encuentra un espacio de apoyo y unidad para sus feligreses.Luis Cheme

Punto de encuentro comunitario

La parroquia no es solo un espacio de oración, también es un punto de encuentro comunitario, de diálogo, de formación y de compromiso social. “Esta parroquia es parte de la vida de la gente”, enfatiza el párroco, y eso se nota en la calidez de los feligreses, en la participación activa de los grupos pastorales, en los niños que acuden al catecismo y en los adultos que encuentran consuelo en el mensaje del Evangelio.

El padre Víctor Ocaña sostiene que la falta de sacerdotes es una preocupación constante, así como la necesidad de seguir fortaleciendo la pastoral juvenil, la catequesis y la presencia en los sectores más alejados.

“Aquí seguimos, con la ayuda de Dios y el compromiso de todos, llevando adelante esta misión que comenzó hace más de medio siglo”, asevera el religioso.

Así, entre la memoria de los combonianos y el presente dinámico de los diocesanos, la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús continúa siendo el corazón palpitante de Quinindé, una iglesia viva en medio de un pueblo que no deja de caminar.

El padre Víctor Ocaña, actual párroco.Luis Cheme

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!