Wilson Ricardo Miranda Gonzaga y Kelvin Jackson Pardo Curay no se conocieron, pero tienen algo en común: fueron asesinados casi a la misma hora en la provincia de El Oro.

Kelvin fue la nueva víctima de la guerra entre grupos delictivos que existe en Huaquillas. La mañana del 19 de agosto fue asesinado con tiros en el ‘mate’. Testigos dicen que él estaba en las canchas de la ciudadela San Rafael, a las 08:00.

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Según Edwin Freire, jefe de la Policía Nacional del cantón fronterizo, llegaron dos sujetos en moto y el que estaba como acompañante le disparó. Una vez que cumplieron la ‘vuelta’, los pillos arrojaron junto al cuerpo un papel y huyeron con dirección a territorio peruano.

“Por sapos vamos a quebrar a los que se hacen llamar Lobos”, decía la nota. Para Freire, sería un ataque motivado por la guerra de bandas.

Una hora más temprano, un barrio de Puerto Bolívar, en la ciudad de Machala, fue escenario de otro crimen. Residentes oyeron una ráfaga de disparos y hallaron al taxista Wilson Miranda (56 años) muerto.

Se cree que el ataque se debió a represalias por parte de un grupo delincuencial organizado, por hacerles carreras a sus contrincantes.

Sobre el primer crimen, las autoridades investigan si este tiene relación con otro ocurrido el pasado 2 de agosto, en el que los sicarios dejaron un mensaje similar. En ese ataque murió Franklin Guaycha (22 años). 

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