Con un programa que incluía artistas y sorpresas, Ingrid Helen Baldeón Larrea, de 32 años, pretendía inaugurar oficialmente, el sábado 3 de febrero de 2024, la cevichería que había abierto una semana antes en una moderna plaza comercial de Manta, en la provincia de Manabí. El viernes 2 de febrero, ella fue asesinada a balazos.

La implementación de aquel establecimiento fue una muestra de superación, del crecimiento personal y económico de Baldeón Larrea, quien antes de lanzar su emprendimiento abrió dos empresas, los días 8 y 10 de enero de este año, según los registros de la Superintendencia de Compañías.

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La primera empresa la constituyó con las primeras dos letras de sus nombres y apellidos: Inhebala, dedicada a actividades inmobiliarias, con la que podía comprar, vender o alquilar bienes inmuebles, incluyendo el espacio para su cevichería. En esta, ella era la única accionista, con 400 dólares de capital.

La segunda compañía la creó junto a un socio, con un capital de mil dólares ($ 600 ella y $ 400 el otro participante). Esta fue denominada Balavi: Bal por su apellido y Avi por el de su socio, Edmundo Ávila. Esta empresa tenía como actividad principal brindar servicios de alimentos y bebidas. La dirección era la del nuevo local.

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Una amiga de Helen contó a EXTRA cómo ella fue escalando en la vida, con esfuerzo y trabajo hasta tener la posibilidad de darse varios lujos. “Nos conocimos en 2015 por amistades en común. Festejamos cumpleaños juntas. Ella era una chica humilde, sencilla. Hacía trabajos de relaciones públicas. Era carismática, cordial, amable, muy sonriente”, según describió la amiga, quien pidió la reserva de su nombre.

Helen, según la conocida, vivió en el barrio San Agustín gran parte de su vida. Por el año 2011 empezó una relación sentimental con el entonces concejal y actual comunicador social Roberto Briones, con quien procreó su único hijo. Después se fue a vivir a una urbanización del sector Los Gavilanes, de Manta.

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Tras el nacimiento de su niño, Helen emprendió labores sociales en sectores vulnerables. Para el 2018, según la amiga, empezó nuevos proyectos, trabajó en el municipio y además tuvo otro círculo de amistades. En redes sociales difundía imágenes de ella con gente de clase alta conocida de la ciudad, en diversos eventos.

En sus cuentas de redes sociales se la ve con copas de vino, elegante y siempre sonriente. A ella le gustaba deslumbrar y brillar. Además, compartía videos y fotos en traje de baño, luciendo su cuerpo tonificado. De su vida amorosa se supo que se había separado del padre de su retoño. Por ese motivo, en los documentos con los que abrió sus empresas constaba como divorciada.

Helen se había comprado un vehículo blanco, valorado aproximadamente en $ 50.000, el cual estaba en el parqueadero de la plaza comercial donde ocurrió su crimen, aquel viernes 2 de febrero.

Helen estaba muy emocionada con la inauguración de su cevichería, en la moderna plaza del barrio San Carlos, en vía a la parroquia San Mateo, de Manta. Si le iba bien, no descartaba colocar alguna sucursal. Pero esos sueños se desvanecieron.

Sobre el asesinato de Helen Baldeón Larrea, cometido el 2 de febrero, en el interior de su cevichería, donde le dispararon, la Policía ha mencionado que las investigaciones continúan de forma reservada.

Al menos cuatro personas habrían participado en el ataque a la mujer, en el cual usaron un arma de fuego calibre 9 milímetros. Los guardias del sitio fueron sometidos y apuntados con armas por dos sujetos. Un vehículo negro que habrían usado en el crimen fue abandonado en Montecristi. (AG-SC)

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