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Manabí: Universitario asesinado en Manta fue despedido por compañeros
El joven le habría dicho a su progenitor que iría a pasar con él en el Día del Padre
En las inmediaciones de la morgue de Manta, provincia de Manabí, Judith Sivinta esperaba. En el rostro se le notaba el dolor, la angustia y el desconsuelo. A esta madre le arrebataron a su hijo y le apagaron la luz.
La entristecida señora aguardaba que le entreguen el cuerpo de su vástago Pavel Wilfrido Banegas Sivinta, de 22 años, quien murió la tarde del martes a causa de dos disparos que afectaron un pulmón.
Él fue herido al intentar defender a dos amigas de un robo en las afueras de la Universidad San Gregorio, en la ciudad de Portoviejo, en donde estudiaba el sexto semestre de Odontología.
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“Pavel era un niño tan educado, al principio como todo adolescente era travieso, jugaba pelota, pero a raíz de que fue creciendo adquirió mucha responsabilidad, era honrado... y siguiendo sus sueños... No tenían que dispararle”, expresó la madre entre lágrimas.
Wilfrido Banegas, padre del universitario, dijo que Pavel le había prometido que el Día del Padre viajaría hacia Atacames, provincia de Esmeraldas, para pasar con él.
Nostálgico, el papá exhortó a las autoridades a detener al culpable y que sea castigado con todo el peso de la ley, pues no quisiera que a nadie más le ocurra algo similar.
- HOMENAJE
Después de ser retirado de la morgue, el cuerpo de Pavel fue llevado hasta las instalaciones de la Universidad San Gregorio. Allí, compañeros y autoridades prepararon un programa póstumo.
Sus amigos de clase cargaron su féretro en medio de un pasillo de globos blancos. La canción ‘Hoy alzo mi voz’ acompañó el conmovedor momento. La capilla ardiente se efectuó en el auditorio de la Facultad de Odontología. Sus compañeros se acercaron al féretro y lloraron desconsolados.
Josué Olmedo, representante estudiantil
Camila Lozada, compañera de Pavel y quien pasó los últimos minutos con él, agradecía a Dios por haberle permitido conocer una persona “tan maravillosa”.
Posteriormente el cadáver iba a ser llevado hasta el cantón Atacames, para las honras fúnebres.
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