“¡Maté a mi mujer!”. Fue el escalofriante grito que quedó resonando en el vecindario del tranquilo sector de Tierra Blanca, a la entrada de la parroquia Cera, en la ciudad de Loja, en las últimas horas del lunes 22 de enero de 2024.

Era Jorge Paccha, de 37 años, quien, sosteniendo un cuchillo en su mano, confesaba haber atacado a su conviviente y alegó haber ingerido veneno.

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Tras la alerta, paramédicos del Ministerio de Salud llegaron a socorrer a Paccha, de 37 años, trasladándolo al hospital Regional Isidro Ayora, donde fue asilado bajo custodia policial y los médicos luchan por salvar su vida.

Personal de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased) halló a la víctima, Dolores María Yunga Cuenca, de 48 años, en la vivienda con heridas en el tórax y en el rostro. Contabilizaron unos diez cortes en su cuerpo.

Según información policial, un vecino relató que cuando regresaba a su hogar después de la jornada laboral oyó los gritos de Paccha y acudió al lugar y lo vio desmayarse, por lo cual avisó a los vecinos.

La hija de la víctima, Thalía Malla Yunga, reveló a las autoridades que Paccha tenía antecedentes de violencia contra su madre. “Mi madre se cansó de los golpes y sacó una boleta de alejamiento en el mes de octubre. Lo detuvieron solo quince días”, lamentó la pariente de la primera víctima de femicidio en Loja en lo que va del año.

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