Exclusivo
Provincias
Incendio forestal en Quilanga: Siete días de caos y devastación sin control
Desastre natural en Loja causa muerte de animales, pérdidas millonarias y deja a tres heridos graves mientras autoridades y pobladores claman por ayuda
Los pobladores del cantón Quilanga, en la provincia de Loja, viven una angustia prolongada debido a un incendio forestal que lleva siete días sin ser controlado por los cuerpos de bomberos y militares desplegados en la zona. El fuego ha arrasado con cerca de 3,800 hectáreas de vegetación nativa, convirtiendo el paisaje en un escenario desolador y trágico. La situación es alarmante, con varios animales muertos, fincas de café destruidas y la economía local en crisis.
Lee también: Hermano de alias Bemba, abatido en Guayaquil, habría querido vengar su muerte
Vanessa Banda, directora zonal 7 de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, indicó que los técnicos se mantienen en el sitio, haciendo todo lo posible por contener el fuego. Sin embargo, la magnitud del desastre ha superado las capacidades locales, y están a la espera de la llegada de un helicóptero cisterna que podría marcar la diferencia en los esfuerzos para apagar las llamas. La falta de recursos y la dificultad del terreno han complicado aún más la tarea de los equipos de emergencia.
Muchas devastaciones
Carmen Salinas, propietaria de un galpón de gallinas, es una de las muchas afectadas. Con voz entrecortada, relató la pérdida devastadora de su negocio: “Murieron 6,000 pollos asfixiados. Esto representa una pérdida de 60 mil dólares, y es el único sustento de mi familia”. Salinas hace un llamado urgente al gobierno nacional para que le brinden ayuda, ya que su economía ha quedado en ruinas. La situación de los pequeños empresarios como ella subraya la magnitud del impacto económico del desastre.
La gobernadora de Loja, Alexandra Jara, destacó que unidades de bomberos de otras provincias como Cañar, Azuay y Zamora se han unido a los esfuerzos para combatir el incendio. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica, y la necesidad de insumos básicos como agua y bebidas energizantes para los rescatistas se ha vuelto apremiante. Además, la gobernadora ha señalado que se está coordinando con organizaciones no gubernamentales para proporcionar asistencia a las familias afectadas y asegurar el suministro de alimentos y medicinas.
El impacto humano del incendio también ha sido grave. Hasta el momento, se reportan tres personas con quemaduras de tercer grado, entre ellas un bombero que se encuentra en una casa de salud y dos comuneros que intentaban proteger sus propiedades. La desesperación y la incertidumbre reinan en Quilanga, mientras el fuego continúa su avance implacable, dejando tras de sí una estela de destrucción y dolor. La comunidad enfrenta una prueba extrema de resiliencia y solidaridad, mientras las autoridades y los residentes luchan contra un enemigo implacable y devastador.
A medida que el incendio sigue avanzando, el futuro de Quilanga pende de un hilo. Las autoridades locales y los grupos de apoyo se enfrentan al desafío monumental de controlar el fuego y mitigar el daño causado. La cooperación entre distintas provincias y organismos es crucial en este momento crítico, pero la magnitud del desastre plantea dudas sobre si se podrá recuperar la normalidad en la región en el corto plazo.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad y sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!