A Julio Ramón Wonsang García, de 55 años, conocido cariñosamente como Moncho, le interrumpieron el descanso eterno. Un día después de su entierro profanaron su tumba en el cementerio del cantón San Vicente, al norte de la provincia de Manabí, e incineraron parte de su cadáver.

Como de costumbre, la mañana de este viernes 5 de enero de 2024 el panteonero del camposanto abrió las puertas y al realizar un recorrido por las tumbas se llevó una espeluznante sorpresa: un ataúd estaba fuera de su lugar y un cuerpo presentaba signos de haber sido incinerado.

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De los responsables no hay pistas. Todo apunta a que habrían aprovechado la madrugada para ‘sorprender’ a Ramón en el ‘mundo de los acostados’.

Los deudos que llegaron al lugar decidieron sepultarlo nuevamente, procedimiento que se realizó bajo vigilancia de varios agentes policiales.

Este acto es investigado por las autoridades, pero en la población de San Vicente hay desconcierto.

Moncho fue asesinado a balazos la tarde del martes 2 de enero. El hombre descansaba en una hamaca en su vivienda, en el barrio Santa Rosa, de San Vicente, cuando llegaron sus verdugos a liquidarlo.

Su cadáver no fue trasladado al Centro Forense de Manta, pues sus familiares lo impidieron. El miércoles 3 de enero fue sepultado. (AG)

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