El terror cunde entre los pobladores de la parroquia El Laurel, del cantón Daule, provincia del Guayas, tras el hallazgo de partes humanas en tres hieleras abandonadas. La víctima, de aproximadamente 25 años, no ha sido identificada.

Alrededor de la 01:00 de este viernes 28 de junio de 2024, uniformados de la Policía del Servicio Preventivo fueron alertados sobre un hallazgo macabro en el puente de la mencionada parroquia. En el lado derecho del paso elevado, dentro de unas fundas plásticas negras, en una hielera descubrieron la cabeza, las manos y el pie derecho de un hombre.

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Luego, investigadores de la Unidad de Muertes Violentas y Desapariciones (Dinased) y de Criminalística confirmaron que al momento del hallazgo, la víctima tenía aproximadamente tres horas de haber sido asesinada. Las piezas humanas fueron llevadas a la morgue.

Horas después, cerca de las 06:00, unos moradores reportaron el hallazgo de otras dos hieleras con restos. Estaban en la bajada del puente del recinto Río Nuevo, de la vía a la parroquia El Laurel.

En una de las cubetas habían dejado el tronco; mientras que en el otro recipiente, las piernas. Al parecer, todas las partes pertenecen a una misma persona. El tatuaje de un águila en el pecho es una de las pistas para identificar al hombre desmembrado.

Los agentes presumen que, antes de ser descuartizado, el sujeto fue torturado. “Varios machetes fueron usados para hacer una decena de pedazos a la víctima y abandonarlos en los dos puentes que conectan a Salitre y Daule con la parroquia El Laurel”, reveló una fuente policial. Mientras procuran identificar al occiso, las autoridades policiales no descartan que tenga relación con otro hecho violento.

Autoridades policiales presumen que el ataque al hombre desmembrado tendría relación con el asesinato de Jairo Murillo, oriundo de la parroquia El Laurel, a quien le dispararon cerca de las 16:00 del jueves 27 de junio, cuando conducía un automóvil plomo sin placa, por la vía Laurel-La T.

El coronel Marcelo Castillo Pantoja, jefe de la Policía de Daule, le dijo a EXTRA que, al parecer, a Murillo lo siguieron desde que salió de la parroquia El Laurel. Sujetos fuertemente armados en dos vehículos le cerraron el paso en la entrada del recinto Los Quemados y con un fusil, pistolas y cartucheras, dispararon más de 30 veces contra el vehículo

El hombre por tratar de esquivar la lluvia de plomos, perdió pista de circulación y quedó debajo de una vivienda de planta alta de caña y madera. Los familiares no dieron mayores detalles. “No existió robo, fue una muerte selectiva”, precisó el jefe de la Policía.

Seis casquillos percutidos fueron encontrados en el sitio. Una niña de tres años, quien acompañaba a Murillo, salió ilesa del ataque violento.

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