La tranquilidad de la Ciudadela Casa Bonita, sur de Esmeraldas, se vio brutalmente interrumpida en la noche de este viernes 20 de septiembre de 2024, cuando Ricardo Paredes, un trabajador de 48 años de una empresa local, se convirtió en la más reciente víctima de la violencia desmedida que azota a la ciudad verde.

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En un acto que ha dejado a la comunidad en shock, Ricardo fue acribillado a tiros a escasos metros de su hogar, mientras sostenía la mano de su pequeña hija, quien presenció la tragedia en un momento que debería haber sido de alegría.

Según los testimonios de vecinos aterrorizados, Ricardo había estado compartiendo risas y un juego de naipes con amigos del barrio, disfrutando de una noche común y corriente. Sin embargo, esa normalidad se tornó en un horror inimaginable cuando un grupo de hombres armados irrumpió en la escena, disparando sin piedad contra el padre de familia.

El pánico se apoderó de los presentes, y la pequeña, en un acto de inocencia desgarrador, quedó paralizada ante la brutalidad del ataque. La menor salió ilesa del brutal ataque armado contra su padre.

Familiares de Ricardo, en un intento desesperado por salvarlo, lo trasladaron al Hospital del Sur, donde aún mostraba signos vitales. Pero la esperanza fue efímera; minutos después, los médicos solo pudieron confirmar lo que nadie quería oír: el fallecimiento de un hombre que dedicó su vida a cuidar y proteger a su familia.

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