La fuerte temporada invernal que afecta al cantón Daule, en la provincia del Guayas, mantiene inundada desde la semana pasada la cabecera parroquial de Laurel y varios de sus recintos, debido al desbordamiento del río Pula. Según confirmó Manuel Avilés León, presidente del Gobierno Parroquial, más de 15 recintos están aislados desde hace ocho días. Además, más de 15 calles del norte, centro y sur de la cabecera parroquial continúan completamente anegados.

En el recinto La Vuelta, cuatro familias se vieron obligadas a abandonar sus viviendas y refugiarse en un albergue temporal ubicado en el colegio del mismo sector. “El desbordamiento del río Pula se llevó nuestras gallinas, pavos, cerdos y decenas de hectáreas de cultivos de arroz. Estamos sin trabajo. Estamos subsistiendo gracias a la ayuda del Gobierno Parroquial”, relató Epifanio Bajaña, de 60 años, desde el piso del plantel educativo que ahora funciona como su hogar temporal.

Vanessa, otra de las personas perjudicadas, expresó su tristeza por haber tenido que abandonar su casa. “Yo extraño mi fogón y cocinar en ollas de barro. El fuerte invierno nos obligó a dejar todo”, comentó la ama de casa de 40 años.

Este 22 de abril, a las 10:00, por segunda semana consecutiva, Manuel Avilés León y los vocales del Gobierno Parroquial entregaron alimentos y útiles de aseo a los damnificados. “En las últimas horas hemos llevado ayuda al recinto La T Chiquita, donde varias familias están bajo el agua. Sin embargo, muchas de ellas se niegan a abandonar sus casas por temor a robos”, dijo el funcionario, agregando que el desbordamiento del río Pula estaría relacionado con las recientes descargas de agua desde la represa Daule-Peripa.

El mismo problema se vive en Salitre

El desbordamiento del río Pula también tiene bajo el agua al 85 % de la parroquia rural Junquillal, en el cantón Salitre, en Guayas. La emergencia ha provocado que al menos 47 recintos estén aislados y más de mil familias damnificadas, según Alfredo Vera Barco, presidente del Gobierno Parroquial.

“Estamos en emergencia. El agua sube cada hora. Presumimos que es por las compuertas abiertas de la represa Daule-Peripa”, recalcó Vera Barco, coincidiendo con lo dicho por su par del Gobierno Parroquial de Laurel.

El representante de Junquillal junto a su equipo trabajaba el mediodía de este martes, colocando sacos de arena en el malecón de la parroquia, en un intento por contener el avance del agua. A estas labores se sumaron el alcalde Milton Moreno Pérez y su personal, aunque el caudal del río seguía aumentando. El impacto también ha perjudicado al comercio local: el 70 % de los negocios en el centro de Junquillal están inundados.

“Necesitamos víveres de primera necesidad salimos a mojarnos. Solo oramos a Dios para que las aguas bajen, ya que toda la parroquia está inundada”, expresó Julio Aguilera, habitante de la localidad.

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