A los residentes del cantón Playas, provincia del Guayas, les gustaba ver sus calles llenas de autos, esta escena evidenciaba la visita de turistas y, por ende, el movimiento comercial.

Ahora la ‘pípol’ se ‘paniquea’ con el paso de vehículos que estarían frecuentando la urbe. Estos serían de alta gama, vidrios oscuros y sin placas, los cuales, según Pedro (lugareño), dan vuelta por los barrios una o dos veces por día.

Y el sonido de las motos no deja ni comer en paz a las pocas personas que se animan a salir. Joel Alvarado cuenta que la semana pasada estaba con su ‘ñora’ en un restaurante, llegaron dos motorizados al sitio, se les quitó el hambre del miedo y ‘se la sacaron’.

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A los habitantes de este balneario les cuesta creer que las olas que se levantan no son del mar, sino de crímenes. Y es que desde que inició agosto, en los primeros nueve días se han perpetrado seis hechos violentos que han dejado como saldo nueve fallecidos y cuatro heridos.

“No son de Playas. Aquí los matan, pero son de otras partes”, sostiene Ramón, comerciante, quien debido a estos atentados, se recoge temprano y cierra su local de comidas, a las 19:00, antes se quedaba hasta la medianoche.

Según el emprendedor, los protagonistas de los hechos violentos son de Posorja, pero que afectan a nuestra imagen. “Las víctimas se refugian en Playas y hasta acá los siguen los sicarios y los matan, por disputa que hay entre bandas”, asevera Ramón.

Durante las noches, en las calles, cada día se ve menos gente, según cuenta Hugo Yagual, un taxista que hasta el 8 de agosto trabajó haciendo traslados en jornadas nocturnas. Él desistió de seguir laborando tras enterarse en esa madrugada mataron a un menor de edad, en el barrio Jardines de Villamil.

Al parecer, el incremento de muertes violentas inició el 16 de mayo de 2023, cuando el empresario Eduardo Freire fue baleado en el estacionamiento municipal.  Desde ese día el Cabildo está custodiado por la policía y tiene guardianía privada. El alcalde Gabriel Balladares ha confesado que teme por su vida y la de su familia.

Esperanza López, de la Cámara de Turismo, se muestra cauta al hablar de violencia, pues teme que esta clase de noticias ahuyenten al turismo. Los turistas siguen llegando, pero antes preguntan en los hoteles, si hay seguridad en Playas.

Para la policía, los crímenes en Playas serían por disputa de territorio en otros lugares y es en este territorio donde encontrarían los momentos oportunos de saldar cuentas.

El teniente coronel Daniel Herrera Zambrano, jefe subrogante de la Policía, asegura que contra la inseguridad hacen operativos constantes.

En el malecón de la localidad se han puesto una unidad de atención ciudadana, para prevenir actos de violencia.

En Data de Villamil existe un punto seguro de control, para evitar que la delincuencia pase a Playas y lo mismo en Engabao, donde existe un retén con miembros policiales.

3 de agosto: En el barrio Balcón del Pacífico, tres hombres que se movilizaban en un vehículo plomo entraron a un domicilio y dispararon contra los ocupantes. Un joven y una adulta mayor murieron.

4 de agosto: En la avenida Zenón Macías y Paquisha, barrio Narcisa de Jesús, fueron ‘liquidados a balazos’ dos sujetos: Andrés Caicedo Díaz Jordán, de 22 años; y Carlos Fernando Ochoa Ochoa, de 24.

8 de agosto: Por el barrio Guayaquil, a la entrada de Playas, balearon a dos jóvenes que se movilizaban en una motocicleta. Uno de los asesinados tenía antecedentes judiciales. (NM)

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