Un escalofriante descubrimiento sacudió este viernes 31 de mayo de 2024 al barrio Perú, en el sector Propicia 1, en el sur de Esmeraldas. Un cuerpo en avanzado estado de putrefacción fue hallado flotando en el río Teaone, sembrando terror y angustia entre los moradores del sector.

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"Estaba asomado en mi ventana cuando vi un bulto siendo perseguido por algunas aves de rapiña", relató Daniel Camacho, habitante de la zona, con voz temblorosa. "En principio pensé que se trataba de un saco con basura, pero a medida que se acercaba al sitio donde me encontraba, me di cuenta de que se trataba de un cuerpo. Fue como si me hubieran helado la sangre", relató el hombre.

Los moradores del sector divisaron el cuerpo siendo arrastrado lentamente por la corriente del río Teaone, y rápidamente alertaron a las autoridades. Miembros del Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas ingresaron al río y, con sogas, llevaron el cuerpo hasta la orilla.

"Cuando llegamos al lugar, nos encontramos con una escena dantesca", dijo un bombero que participó en la operación de rescate. "El cuerpo estaba en un estado de descomposición avanzada, y el olor era insoportable. Fue un trabajo difícil, pero logramos sacarlo del agua".

El cuerpo, que se encontraba en un estado de putrefacción avanzada, tenía un tatuaje en el hombro con el nombre "Emanuel". Sin embargo, los moradores del sector aseguran que no vivía en el barrio. Además, estaba maniatado de pies y manos y tenía sellada la boca con cinta de embalaje, según el informe de los agentes de criminalística que realizaron el levantamiento del cadáver.

"Nunca lo habíamos visto por aquí", dijo María Rodríguez, vecina de la zona. "Es como si hubiera caído del cielo. No sabemos quién era ni qué pasó con él".

La identidad del hombre y las circunstancias de su muerte siguen siendo un misterio. Las autoridades han iniciado una investigación para determinar la causa del fallecimiento y establecer la identidad del difunto.

Mientras tanto, los moradores del sector Propicia 1 siguen conmocionados por el hallazgo. "Es una sensación de terror y angustia", dijo Esteban Cuero. "No podemos dejar de pensar en quién era ese hombre y qué pasó con él. Esperamos que las autoridades puedan dar respuesta a nuestras preguntas", continuó.

El caso sigue siendo un enigma, y la comunidad de Esmeraldas espera con ansiedad que se esclarezcan los hechos detrás de este macabro hallazgo.

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