Mercedes Lumbe no pudo contener sus lágrimas cuando recordó el momento en el que perdió su casa, luego de ser arrasada por la creciente del río Soloma en el cantón Echeandía, Bolívar. La mujer, de 36 años, narró que avanzó a poner los pies fuera del inmueble, cuando de pronto la estructura colapsó frente a sus ojos.

La fémina, quien habitaba en la casa junto a sus dos hijos, regresó el martes 20 de febrero de 2024 de una cita médica en Guaranda, cuando se encontró con la creciente. “Todo fue tan rápido que decidimos salir con los bebés y ni bien cerramos la puerta, la corriente ingresó con fuerza y se llevó todo”, mencionó.

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La casa de Mercedes es la que aparece en el video difundido en redes sociales, que da cuenta de la magnitud del daño generado por la corriente en el sector del Malecón Alto, de la cabecera cantonal.

La casa de Mercedes es la que aparece en el vídeo difundido en redes sociales, que daba cuenta de la magnitud del daño generado por la corriente en el sector del Malecón Alto, de la cabecera cantonal.

La otra casa que el río se llevó fue la de Segundo Escobar, un comerciante de 63 años, quien habitaba junto a su familia en la vivienda que adquirió hace una década, pero la perdió en cuestión de segundos con todos sus enseres. El comerciante tenía una tienda y un local de venta de juguetes, retornaba a su inmueble desde la ciudad de Guayaquil.

Segundo, su esposa Sara Allaica, sus dos hijastros y dos de sus hijos se quedaron con lo que llevaban puesto. Este miércoles 21 de febrero de 2024, esta familia esperaba que alguna autoridad los asista.

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“Afortunadamente, mis hijos están bien y nadie resultó herido. Ese es el único consuelo que tengo ante esta triste pérdida”, mencionó la damnificada que pedirá a Dios le de fuerzas para levantarse nuevamente.

El fuerte caudal del río Soloma rompió las paredes e inundó las calles Genaro Vizcarra y Abdón Calderón, arrastrando consigo palizada y sedimento que quedó en la vía principal. Los afectados caminaban entre el lodo lamentando lo ocurrido.

Lenín Chimbo llegó a limpiar su local de venta de repuestos de moto y uno contiguo, en el que comercializaba balanceado. Ambos establecimientos sufrieron el embate de la naturaleza generando pérdidas económicas de hasta diez mil dólares.

Entre tanto, Carmen Guamán, llegó a su casa y con el lodo hasta los tobillos intentó recoger lo que el río no se llevó. En su inmueble la fuerza del río rompió la pared posterior y el agua se llevó todo en cuestión de minutos. La mujer de 54 años, empezó a limpiar los sedimentos y entre lágrimas se despedía de la casa donde vivió los últimos 30 años.

La vicealcaldesa de Echeandía, Jhuleth Naranjo, informó que se han habilitado dos albergues para los damnificados. El invierno también ha afectado a otras comunidades como Camarón, Galápagos, Santa Lucía y Arroz Uco, pertenecientes al mismo cantón bolivarense.

En Caluma, la creciente amenazó con llevarse el puente de la cabecera cantonal. El paso por el viaducto está parcialmente habilitado. En el cantón Las Naves, un complejo turístico fue afectado por la creciente que bajó desde la montaña.

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