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De dolor de cabeza a ceguera total: el drama de una madre esmeraldeña de 33 años
Señora pide ayuda para tratar su ceguera. Junto a sus progenitores que tienen enfermedades catastróficas, ella vive situaciones calamitosas
Camina a tientas. Siente como que su vida se apagó. Durante un año, Diana Karina Becerra García, de 33 años, pudo ver solo con su ojo izquierdo, pero desde el 17 de septiembre de 2023 no divisa sombras, ni siluetas.
Esta madre soltera de dos niñas, de 3 y 11 años, cuenta que sus problemas de visión empezaron en mayo del 2022.
Presentó dolor de cabeza y se acostó porque pensaba que era cansancio. Cuando despertó se percató de que se le había formado una mancha negra en el ojo izquierdo, la cual fue creciendo con el paso de los días hasta que le cubrió por completo la visión.
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Fue atendida en el Hospital Delfina Torres de Concha, donde no habrían podido darle un diagnóstico.
“Los doctores no me dijeron qué tenía. Más bien me indicaron que vaya a Santo Domingo, porque allá había unos especialistas que me podían ayudar”, cuenta la mujer.
Personal de salud que la atendió le ofreció ayudarla para que sea transferida a una casa de salud de Quito, pero eso se quedó en anuncio. Nadie le tendió una mano para que pueda realizarse los exámenes. La dolencia que aquejaba su ojo izquierdo se extendió al derecho.
Diana no tiene recursos, no tiene empleo. Aparte, sus padres están enfermos: la mamá con diabetes y el papá padece cáncer de próstata. Vive en una casa humilde en el barrio Voluntad de Dios, en el sector San Rafael, al sur de Esmeraldas.
En todo ese proceso, Diana ha perdido más de 30 libras de peso. Además, el cabello empezó a caérsele y recién lo está recuperando.
- DOLORES DE CABEZA
Diana sufre de fuertes jaquecas repentinas. El jueves 14 de septiembre de 2023 sintió que su cabeza le reventaba.
Al día siguiente, el dolor continuaba y más fuerte. Recuerda que se echó un poco de agua en la cabeza y se sintió mejor, de manera que pudo hacer los oficios de la casa. Pero cuando se despertó el sábado 16 de septiembre casi no veía nada. Con la escasa visión alcanzó a vestir a su pequeña hija y a prepararle sus alimentos.
El domingo 17 de septiembre, cuando se levantó para ir a la iglesia, ya no apreciaba nada. “Solo veía el reflejo de las personas cuando pasaban delante de mí. Me dio tanto sentimiento que le dije a mi mamá que no quería salir de mi casa. Igual salí a la iglesia, a orar”, añade Diana entre sollozos.
Orlando Jiménez, médico esmeraldeño con varios años de experiencia en problemas oculares, asegura que ella necesita urgentemente realizarse una tomografía y recibir la atención de un neurólogo para descubrir el origen de los dolores de cabeza que derivaron en su ceguera.
- QUIERE HACERSE LOS EXÁMENES
Santa García, madre de Diana, es quien se está haciendo cargo de sus nietas porque su hija no puede ver.
La progenitora dice que es una situación muy dura la que están viviendo. “Pedimos ayuda. Mi hija está joven y no es justo que por falta de atención médica no pueda ver y disfrutar de sus hijas”, aseguró la mujer de 67 años.
Diana pide que almas caritativas le tiendan una mano para hacerse los exámenes necesarios para conocer las causas de su ceguera y empezar un tratamiento. Ella confía en que, en algún momento, podrá volver a ver el rostro de sus hijas.
“A la gente de todo corazón que quiera ayudarme le agradezco”, suplica esta madre, a la que pueden contactar en los teléfonos 0968551364- 0986334318.
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