Dos hombres abatidos fueron encontrados en la carretera Cusúa-Bilbao, en Ambato, Tungurahua. La doble muerte violenta ocurrió la noche del viernes 27 de septiembre, cuando cuatro disparos seguidos acabaron con la tranquilidad de la zona.

Ambos eran jóvenes y no portaban identificación. Fueron víctimas de un violento ataque a quemarropa, pues los disparos les atravesaron el cuerpo.

La primera de los víctimas fue hallada en el lugar del ataque, en la noche, tendida boca abajo sobre el pavimento, a la intemperie. El otro fue retirado del sitio.

La segunda víctima, herida de gravedad, logró ser trasladada al Hospital Básico de Baños, pero a las 21:00, pese a los esfuerzos médicos, su vida se apagó. Un disparo en la cabeza había sido suficiente para sellar su destino.

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Entre la maleza y el pavimento húmedo las pistas eran escasas, pero los agentes desbloquearon el celular de una de las víctimas y descubrieron la pieza clave: una conversación reciente sobre el traslado de sustancias ilícitas.

Parecía confirmarse la sospecha inicial: los cadáveres sobre la calzada no eran el resultado de un simple robo o una disputa vecinal, sino de un enfrentamiento entre grupos de microtraficantes, lo que será confirmado con las indagaciones de la Policía.

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