El 8 de mayo de 2024, María Eugenia Arias llevó a su hija adolescente a emergencias del Hospital Materno Infantil del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) por un dolor en su vientre. Un mal diagnóstico llevó a que le hicieran una cirugía que no necesitaba.

La jovencita de 16 años, quien presenta parálisis cerebral, fue hospitalizada y diagnosticada preliminarmente con una infección en las vías urinarias. Como parte de su seguimiento médico, le  programaron una cita con una ginecóloga en la casa de salud.

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A la consulta con la especialista llegaron el 21 de mayo. La ginecóloga estableció que debía realizarse una ecografía entre los análisis para determinar el origen de su afectación primaria. El 23 del mismo mes acudió nuevamente al Hospital Materno Infantil del IESS para practicarse lo establecido por la médica tratante.

El día de la ecografía, el diagnóstico que recibió Arias fue que habían identificado una masa quística de unos 8 centímetros en el ovario izquierdo de su descendiente. La única opción era la cirugía.

“Me fui inmediatamente al Hospital José Carrasco e ingresé también por emergencias. Ahí el médico que nos atendió revisó los resultados y confirmó que se trataba del mismo diagnóstico”, recordó la mamá.

Arias asegura que el galeno del hospital no volvió a realizar los análisis y se limitó a programar la cirugía de su hija. “Acepté esta intervención quirúrgica pensando en hacer lo mejor para mi hija. Ella por su discapacidad no puede expresar si tiene dolor o molestia”, precisa.

La cirugía laparoscópica fue programada para el 27 de mayo de 2024, pero se la cambió de último momento para el día siguiente.

Durante el procedimiento, el médico llamó a Arias. “En ese momento imaginé que la situación era más grave de lo que se pensaba”, dijo la señora, pero no: resulta que su hija no tenía el quiste y, por lo tanto, la cirugía no tenía razón de seguir.

Ante este hecho, la familia presentó una queja ante el mal diagnóstico y la intervención quirúrgica a la que fue sometida la adolescente. Ahora analizan el tipo de medidas legales que tomarán en contra de la institución.

Este es el segundo caso de aparente mala práctica médica en el Hospital José Carrasco Arteaga del IESS en menos de una semana. El primero se trató de una cirugía por fractura a una niña, en la que operaron la pierna equivocada.

Eduardo Vega, docente investigador de la Universidad de Cuenca y especialista en ginecología, comentó que se puede pensar que en el primer caso se pasó por alto el procedimiento de ‘chek list’ previo a una intervención. “Este proceso debe ser realizado por todo el equipo que ingresa a la sala de operación y hasta por el personal administrativo, que es el que facilita la gestión de los recursos necesarios para una cirugía”, indicó.

Con respecto al caso de la cirugía de quiste de ovario, el investigador fue cauto al indicar que en el tratamiento de los quistes pueden presentarse varios escenarios y que es prematuro emitir una sentencia en contra del equipo médico.

“Hay veces que los quistes pueden reventarse, porque la pared de estos es fina. Incluso cuando estamos operando pasa que se revientan y solo nos queda sacar la membrana”, explicó.

Para Vega, es importante contar con protocolos estandarizados de atención a los pacientes y coordinación entre la parte administrativa y operativa (médicos, especialistas y enfermeras) dentro de una casa de salud.

“Lo sucedido no solo es una alerta local, sino nacional, para evaluar de forma minuciosa los protocolos que estamos estableciendo como personal de salud. Esta es una de las profesiones de mayor riesgo, porque tratamos con seres humanos todo el tiempo”, sentenció Vega.

Esteban Villa, director provincial del IESS en Azuay, informó que la nueva denuncia está en investigación para determinar el origen y si efectivamente se trató de un error. “He solicitado a la Coordinación Provincial de Salud que se indague acerca del procedimiento aplicado a la paciente y que me entreguen un detalle de las acciones que ya se han tomado en la unidad médica”.

Con respecto al caso de la menor de edad que fue operada en la extremidad que no presentaba lesión, dijo que el informe técnico del hospital fue enviado a la Dirección Nacional del IESS el 14 de junio. La respuesta fue la disposición para que se inicien los procesos de sanción a todo el equipo que participó en la intervención.

Además, la Subdirección de Talento Humano mandó las directrices y el marco legal que el Hospital José Carrasco debe aplicar en este caso.

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