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En una piscina los turistas pueden capturar las truchas con caña o a la manera ancestral, atrapándolas con las manos.Patricia Oleas

Riobamba: En la comunidad Daldal puede disfrutar de la naturaleza y pescar truchas

Este sector de la parroquia Licto, cantón Riobamba, también es otra opción para pasarla bien en el feriado de carnaval

Disfrutar de la naturaleza, conocer fauna y flora endémica, así como pescar su comida, ofrece la comunidad Daldal, en la parroquia Licto, cantón Riobamba, en Chimborazo. A 40 minutos de la cabecera provincial, en este sector  ha desarrollado nuevas formas de subsistencia con base en su historia y recursos naturales.

Moradores del sector se dedican a la agricultura y ganadería, pero tienen acceso a varios ríos y lagunas que nacen en los altos del páramo, los cuales han contribuido a que se desarrolle la piscicultura.

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Washington Aisalla, uno de los habitantes, inició el sitio Aguas Cristalinas, desde el 2004, capturando las truchas en el río Daldal. Al retornar a su tierra junto a su naciente familia, adecuó unas piscinas para la cría de esta especie. 

Con sus cuidados comenzó a notar que algunos peces medían hasta un metro. Esto llamaba la atención de visitantes. Para que más gente llegue a admirar los peces y la gran riqueza en fauna y flora, a punta de combo y pala, él agrandó el sendero.

Los visitantes pueden capturar los peces y pedir que se los preparen.Patricia Oleas

Aisalla recuerda que para bajar hasta el río era muy complicado, debía hacerlo a filo de un estrecho chakiñan, unos 200 metros en caída. A veces, llevaba el cemento para construir las piscinas en lomo de burro.

Deysi Aisalla, hija de Marco, ayuda a su familia con las guianzas, relatando cómo su padre abrió el camino y aseguró las cuevas. También indica sobre las plantas nativas y su uso, así como sobre las diferentes especies animales que coexisten en el sector.

Para llegar a Daldal, se toma un bus interparroquial en el barrio la Dolorosa, en Riobamba.
Varias familias han visto en el turismo comunitario una fuente de desarrollo.Patricia Oleas

"Este es un quishuar (árbol de papel), este es un pumamaki, que se parece a una garra de puma, además el polvo que tiene en sus hojas se usa como cicatrizante", explica la joven mientras camina por el ecológico sendero lleno de gigachos, achupallas, uvas y moras silvestres,  eucaliptos, entre otras.

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Una vez que se llega a las piscinas, las truchas gigantes se movilizan. "Todos vienen a conocerlas, hay algunos que quieren comprarlas y se han llevado; la más grande que tuvimos fue una de un metro y de 25 kilos de peso, y se la llevó un turista japonés", relata.  Un espécimen de 15 años puede llegar a medir un metro y medio de largo y pesar hasta 80 kilos.

En el recinto les preparan las truchas asadas, fritas o cocinadas.Patricia Oleas

"Han venido desde Europa y Estados Unidos. Nos dicen que esto es hermoso y se van fascinados haciendo el recorrido y probando nuestras deliciosas truchas", manifestó Deysi, quien además comenta que en la quebrada existe un gran panal de abejas silvestres.

Cuentan con una piscina en la que tienen  las truchas de un año, las cuales se las puede pescar con caña o a la manera ancestral, metiéndose y atrapándolas con las manos. Si el turista gusta, se las prepara asadas, fritas, o en maito, como en la Amazonía. Con las truchas gigantes también  preparan  ceviche, por la cantidad de carne que tienen.

En otra piscina, que tiene agua corrida del río, se desarrolla la trucha terapia, que consiste en sumergir los pies para que cientos de pequeñas truchas se los masajeen, en el agua con temperatura entre 10 y 12 grados. La terapia es un aliciente antes de emprender el retorno.

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