La pesadilla terminó para María y Eliza (nombres protegidos). Estas dos mujeres cuyos esposos son guías penitenciarios de la cárcel de varones de Esmeraldas y fueron parte del grupo retenido por los privados de libertad, vivieron esta situación con angustia e incertidumbre. No sabían si sus parejas eran torturados o maltratados, si podrían volver a verlos y abrazarlos.

“Mi esposo me decía que estaba bien, que no lo estaban maltratando, pero temía que se produzca algún enfrentamiento”, cuenta María, ya más tranquila.

Al saber que sus esposos habían sido liberados, la tarde del sábado 13 de enero de 2024, ellas corrieron a la cárcel y al verlos se fundieron en un abrazo con lágrimas, besos y palabras de alivio.

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“Sentí que el alma me volvió al cuerpo, estaba desesperada porque decían que los militares se iban a meter a la cárcel y que iba a haber enfrentamientos”, resume Eliza.

Las dos mujeres agradecieron a Dios, a las autoridades, a la Iglesia católica y a las personas que les brindaron su apoyo y solidaridad durante esos días difíciles. Ellas también pidieron seguridad para sus esposos y para todos los guías penitenciarios. Esperan que no se repita una situación como la que vivieron, que les dejó una profunda huella en el alma.

Jackson Angulo y Pilar Bautista, los dos trabajadores del Centro de Rehabilitación de Varones Esmeraldas que fueron los primeros liberados, el pasado jueves 11 de enero, entre agradecimientos a Dios y a las personas que intervinieron para salvar sus vidas, también reclaman justicia y seguridad para quienes laboran en el centro penitenciario.

“Es una situación muy difícil, porque uno no se sabe qué va a pasar”, relata Jackson, quien de sus 32 años lleva 11 trabajando en el reclusorio. Él ha sido retenido dos veces.

“Es una pesadilla, uno siente que se va a morir”, cuenta Pilar, quien aún tiene miedo y angustia por lo que pasó.

Esta mujer de 58 años, con más de 15 impartiendo cursos de panadería a los internos, ha vivido una situación similar cinco veces y pese a estas malas experiencias no teme volver a trabajar.

Después de cinco días de motín, 1.100 policías y militares lograron controlar el Centro de Rehabilitación de Varones de Esmeraldas. Se liberó a los agentes penitenciarios y personal médico e intervinieron los pabellones.

En el CPL Esmeraldas incautaron equipos de gimnasio y tigres de peluches, licores, explosivos, electrodomésticos, armas, bombas molotov, gasolina, celulares, dinero y más objetos.

“Hemos desarrollado un operativo conjunto entre Policías y Fuerzas Armadas, tenemos el control total del Centro de Rehabilitación de Esmeraldas”, dijo el coronel Norman Cano Cabrera. ((LCh)

“Nuestra felicidad no es completa, nos falta uno, nos falta nuestro comando Daniel Tinitana”, gritaba una de las guías penitenciarias liberada del Centro de Privación de Libertad de Machala, provincia de El Oro.

Entre escenas conmovedoras que protagonizaron los familiares de los agentes liberados, a los que volvieron a ver la noche del sábado 13 de enero de 2024, una celadora dijo: “Lo que vivimos fue un infierno” y a la vez se quejó porque estuvo cautiva seis días sin ver a su hijo, sin darle el seno.

A las 05:30 de este domingo 14 de enero de 2024, tras una fuerte explosión que alarmó a los habitantes del centro de Machala, policías y militares ingresaron al penal con tanquetas de guerra e intervinieron el pabellón de máxima seguridad y luego toda la cárcel.

En la requisa descubrieron en la tierra caletas con armas. Decomisaron dos fusiles, seis pistolas, dos revólveres, 13 alimentadoras, 798 municiones, 46 armas blancas, ocho bloques de droga, 454 dólares, tres chalecos y 61 celulares.  (FC)

Una semana de angustia vivió María Játiva para poder sacar a su hijo de la cárcel. Fue arrestado por una infracción y debía salir el martes 9 de enero de 2024, pero no pudo tramitar la boleta de libertad por la toma del Centro de Rehabilitación Social de Ambato.

La noche del sábado 13 de enero de 2024, Fuerzas Armadas y Policía tomaron el control de la cárcel y liberaron a 13 guías retenidos y requisaron cada pabellón e incautaron armas y droga.

Este domingo 14 de enero de 2024, familiares madrugaron para saber el estado de los internos. Muchos se desesperaron al observar humo que salía desde el interior, pero los militares indicaron que estaban quemando desechos para la limpieza de la cárcel.

Las visitas aún están suspendidas, pero dieron toda la facilidad a los familiares que tenían las boletas de libertad de sus detenidos. (YIE)

Luego de siete días de estar retenidos en el área de cocina de la cárcel de Turi, en Cuenca, la noche del sábado los trabajadores volvieron a reencontrarse son sus seres amados.

Blanca (nombre protegido) esperó a su esposo en la puerta de la prisión. Apenas lo vio lo llenó de besos y lo abrazó fuerte.

“Dios nos escuchó y terminó la pesadilla. Lo único que deseaba es que salga con vida de ese lugar”, comentó la cónyuge. Él, al igual que sus compañeros, fue llevado al hospital Materno Infantil del IESS para ser evaluados.

Otro de los liberados es Patricio (identidad protegida), quien fue el último en salir. Él dijo que su responsabilidad era custodiar a sus compañeros hasta el último. El hombre contó que dos reos mantenían el control de la cocina, que no fueron agredidos y más bien les dieron colchones y cobijas para que pudieran acomodarse y pernoctar. A Patricio lo recibió su esposa y con ella se trasladó hasta la casa de salud.

Según información facilitada en la casa de salud del IESS, ninguno de los cocineros presentó cuadro complicado de salud. (CP)

Primero fue liberada una guía penitenciaria, quien pidió que rescaten a sus compañeros, que no les dejen morir. La noche del sábado pudieron salir los otros 45 retenidos en la cárcel de Latacunga, en Cotopaxi, la cual fue intervenida este domingo 14 de enero de 2024.

A un kilómetro a la redonda bloquearon las vías de acceso a la cárcel para evitar inconvenientes con los ciudadanos que circulen por las calles cercanas.

Desde las 05:00, alrededor de 758 policías de grupos élite de la Policía Nacional, acompañados de militares y tanquetas, esperaron la orden de ingreso.

A las 11:00 de este domingo iniciaron la intervención. Los uniformados ingresaron, revisaron hasta el techo, lugar en el que durante la semana los reos habían ubicado barricadas.

La operación militar tuvo el acompañamiento de un helicóptero y drones. No se reportaron enfrentamientos entre los privados de libertad y la fuerza pública. El centro penitenciario estuvo tomado por los reos desde el 8 de enero. (GT)

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