Irma Granados tiene a tres menores estudiando en la Unidad Educativa del Milenio Carlos Alberto Aguirre Avilés, donde aún siguen suspendidas las clases presenciales debido a supuestas amenazas en contra de estudiantes y un guardia de ese plantel ubicado en la parroquia La Unión de Babahoyo, Los Ríos.

La mujer expresó su preocupación ante lo ocurrido y sostuvo que la situación ya es insostenible. "Cómo vamos a mandar a clases a los niños. Imagínese que por matar a esa gente de la lista, vengan disparando y les pase algo a los niños, prefiero que sigan recibiendo clases virtuales", aseguró.

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La madre de familia se refiere al listado que empezó a circular en mensajes de WhatsApp, la tarde del lunes 3 de julio, que derivó en la suspensión de la enseñanza presencial. En el mensaje se presentan como la "organización delictiva de la provincia de Los Ríos" que está dispuesta a tomar el control de la parroquia.

La advertencia es para quienes "no se alineen", pero los que están "pedidos para matarlos" ya constan en la misiva difundida. Finalmente en el texto aseguraron, una vez más, que tomarán el control y "es mejor que vayan copiando el sistema".

El Director Distrital de Educación, Kléber Hidalgo, mencionó que a raíz de la alerta se activó la mesa 5 que busca precautelar la integridad de los estudiantes y profesores. "Se estableció que las clases continúen de forma virtual por tiempo indefinido. Las amenazas están circulando mediante audios y textos de WhatsApp", detalló el funcionario.

El comandante de la Subzona Los Ríos N°12, coronel Juan Carlos Mafla, indicó que a raíz del primer acontecimiento registrado en un billar, se incrementó personal policial para mejorar la percepción de seguridad. "Con la vigilancia continúan se busca precautelar la seguridad de los habitantes. Estamos buscando nuevas estrategias para establecer de dónde provienen las amenazas", puntualizó el comandante.

Entre tanto, los habitantes están asustados y prefieren no salir de sus hogares por temor a ser alcanzados por algún proyectil. La actividad comercial está disminuyendo por la poca cantidad de clientes que ahora se ve en los locales.

Paralelamente, las unidades investigan quién lidera la organización que busca entrar a operar en la parroquia. Por lo pronto no se han registrado hechos violentos desde la matanza que tuvo lugar en un billar, la noche del pasado viernes 30 de junio. 

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